Lo primero que hizo al asumir la gubernatura fue controlar las libertades de prensa, al dar publicidad a cambio de no ser criticado ni informar sobre sus arbitrariedades. Reducidos así los espacios para informar y señalar con fundamentación, pocos periodistas ejercen ya ese derecho. Y los editores han preferido la publicidad oficial, que permitir el derecho a la libre expresión.

El periodista Carlos Moncada Ochoa, nacido en la cabecera del municipio de Cajeme, Ciudad Obregón, ha cumplido 58 años en el trabajo periodístico. Abogado por la Universidad de Sonora, ha ejercido de profesor simultáneamente a lo que ha sido el eje de su vida: el periodismo en diarios de Sonora y el Distrito Federal. Es, además, autor de libros: de literatura, entrevistas, historia sonorense, homicidios de periodistas, crónicas, biografías, etcétera, y su más reciente libro, de próxima circulación, con un prólogo de Miguel Ángel Granados Chapa (el último que escribió). En la celebración de los 13 años del Grupo Contrapunto 10, del que alguna vez formó parte Moncada, junto con Rogelio Moreno Cota (quien se encuentra enfermo) y Sergio Romano, se les haría un reconocimiento por su larga trayectoria.

Al enterarse Padrés que Moncada sería el orador en la ceremonia-desayuno, mostró su desprecio por la libertad de expresión y sin comunicación alguna le quitó el uso de la palabra, pues entre otras cosas ha opinado contra el acueducto que el desgobernador insiste en construir –y que sí deja margen para el botín–, para robarse la escasa agua del Valle del Yaqui, en lugar de instalar una o dos desaladoras, al pasar por encima de las resoluciones judiciales federales en su contra y ya en rebeldía incurrió en desacato. Padrés ni siquiera asistió a la ceremonia, envió a uno de sus empleados a entregar un diploma y un estuche de plumas a los festejados, que Moncada por supuesto devolvió. Su conducta remata su mal gobierno propio de un troglodita (calificativo menor frente al insulto de ser un derechista que ha hecho del gobierno un medio para el botín).

Moncada ha escrito que “desde el primer día del gobierno del señor Padrés, soy su crítico. Repruebo que desacate la resolución de una jueza federal en el caso del acueducto (está firme el desacato por lo que toca a uno de los amparos). Repruebo que haya atropellado los derechos de una trabajadora doméstica a la que acusan del robo de 500 mil pesos (el caso cumple un año este mes de marzo). Repruebo que haya tomado por asalto una notaría en Ciudad Obregón. Repruebo que utilicen la Contraloría para manchar un expediente de presuntos candidatos de la oposición. Repruebo que se prepare un fraude en el distrito federal de Guaymas. Repruebo que el gobernador maniobre para mantener paralizado al Congreso, a fin de impedir que se discuta y se apruebe el presupuesto para 2012”.