El Programa de Esquema de Financiamiento y Subsidio Federal para Vivienda Ésta es tu Casa, de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), ha sido señalado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) por deficiencias en su operación relacionadas con la selección, identificación y control de sus beneficiarios.

Se trata del único programa del gobierno federal dirigido a la población de bajos ingresos que otorga subsidios para la adquisición de vivienda. Ésta es tu Casa también tiene entre sus objetivos el apoyar proyectos de adquisición de lotes con servicios, de construcción y mejoramiento de la vivienda.

Con su creación en 2007 se pretendió que el programa atendiera la demanda de vivienda en los sectores socioeconómicos más bajos, cuyos ingresos son menores a cinco salarios mínimos. Se calcula que tan sólo durante este sexenio, alrededor de 6 millones de personas tendrían necesidad de una vivienda.

Sin embargo, el programa presenta deficiencias operativas importantes. De acuerdo con la ASF, durante 2009 la Conavi no incluyó en las reglas de operación del programa cuál habría de ser la metodología utilizada para la distribución de los subsidios por región, entidad federativa, grupo social y género. El Coneval indica en la Evaluación específica de desempeño 2010-2011, con base en el análisis del diseño de Ésta es tu Casa, no se especifica cuántos subsidios se otorgan para cada destino o tipo de subprograma, por lo que la información no se puede corroborar.

Igualmente el Consejo detectó disparidades en el acceso a los subsidios, ya que el Programa tiene como población objetivo tanto a la que es derechohabiente de los fondos de vivienda de instituciones públicas como a la que no está afiliada.

El organismo indica que en 2008 la población no afiliada constituyó el 80 por ciento de la población potencial, pero recibió apenas el 22 por ciento de los recursos. Además, los no afiliados a sistemas de crédito a la vivienda solicitaron más créditos de menores montos para el mejoramiento de sus viviendas, con lo que concentraron el 52 por ciento de los préstamos de dicha modalidad; empero, sólo obtuvieron el 22 por ciento del monto total de los subsidios.

Asimismo, en el documento Diagnóstico que propicia la creación del programa Ésta es tu Casa, el Coneval indica otra disparidad entre la población, ya que una persona no afiliada requiere un salario bastante mayor para ser elegible que un derechohabiente.

Subsidios sin control

En la información revisada por el Coneval, correspondiente a 2010, el organismo revela que en la plantilla de población atendida no hay información sobre cómo se han apoyado a los distintos grupos de población y qué subsidio ha recibido cada uno.

Para el Coneval, encargado de evaluar la política social del gobierno federal, tampoco hay claridad sobre cómo se define la población objetivo. Y es que en 2010, ésta fue mucho menor a la población objetivo: de las 3 millones 53 mil 201 personas consideradas como población objetivo, se dispuso que se atenderían únicamente a 198 mil.

De acuerdo con las cifras referidas por el Coneval, en sus primeros cuatro años de existencia, la Conavi ha beneficiado a 696 mil 520 personas con el Programa Ésta es tu Casa. En ese periodo, la población objetivo no ha variado, con lo que la Comisión ha atendido a 23 por ciento de las personas susceptibles de recibir un subsidio para su vivienda.

Pero en su Informe de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2009, la ASF revela que incluso estas asignaciones no han estado exentas de irregularidades. Una de ellas fue la entrega de subsidios por 4 millones 750 mil pesos a 112 beneficiarios que se habían favorecido de subsidios de los programas Vivienda Rural y Ahorro y Subsidio para la Vivienda Tu Casa, operados por el Fondo Nacional de Habitaciones Populares.

Otras irregularidades se detectaron en Veracruz: el Instituto Veracruzano de Desarrollo Urbano Regional y Vivienda contrató por adjudicación directa a Intempo Sistemas Constructivos, SA de CV, aun sin contar con un dictamen favorable para realizar dicha adjudicación.

El contrato avala la adquisición de materiales por un monto máximo de 46 millones 100 mil pesos, de los cuales se ejercieron 24 millones 239 mil pesos durante 2009.

Otra adjudicación directa se hizo con el proveedor Panelmod, SA de CV, por un monto similar. En este caso, la Conavi no había recabado la fianza que garantizara el cumplimiento del contrato, además de que no supervisó ni verificó que el subsidio se aplicara adecuadamente, no obstante que realizó visitas a la entidad para conocer los avances en la edificación de vivienda.

Se trató nada menos que de 2 mil 6 subsidios para un programa emergente operado por la instancia pública estatal. Por tal razón, la ASF hizo del conocimiento de la Contraloría del estado estas irregularidades para que realizara las investigaciones pertinentes y, de ser necesario, fincara las responsabilidades y sanciones correspondientes.

En otros 29 casos, los expedientes no incluyeron el comprobante de domicilio o de posesión de la tierra, a pesar de lo cual se les entregaron apoyos por un total de 2 millones 382 mil pesos. Otro de los beneficiarios recibió dos subsidios (164 mil 400 pesos en total). Y a dos más les concedieron materiales de construcción por montos similares, a pesar de que las actas de entrega-recepción de los materiales no cuentan con su firma.

Además de estas irregularidades, 73 beneficiarios, que recibieron subsidios por 5 millones 998 mil pesos, se registraron incorrectamente en el padrón de beneficiarios. Por esto, la ASF sentencia que “la información generada en el padrón de beneficiarios de la Conavi no es confiable”.

Las reglas de operación del programa revisadas por la ASF tampoco son las más óptimas. Y es que, de acuerdo con éstas, el subsidio no se limita a personas que no cuentan con vivienda; además, el ingreso se puede calcular tanto individual como familiar.

Al respecto, la revisión de la Auditoría detectó que en Chihuahua, la empresa Hipotecaria Vértice, SA de CV, Sofom, ENR, ejecutora de los subsidios de la Conavi, entregó ocho subsidios –por un total de 316 mil 800 pesos– sin tomar en cuenta sus ingresos familiares. A otro beneficiario se le concedió un financiamiento por 43 mil 700 pesos, a pesar de que reportó tener dos casas propias.

El órgano fiscalizador indica que “no se asegura que los subsidios se canalicen a personas de bajos ingresos, no obstante que uno de los objetivos del Programa es apoyar la capacidad adquisitiva de las personas de bajos ingresos para la formación o consolidación de un patrimonio habitacional”.

En esa misma entidad, otra empresa ejecutora de nombre Hábitat para la Humanidad México, AC, entregó 29 paquetes de materiales para autoconstrucción que no contenían el documento requerido para acreditar la propiedad de los inmuebles. Dado que se trataba de ejidatarios, los beneficiarios entregaron permisos de construcción concedidos por el comisariado ejidal, contratos de compra-venta o donación, sin estar inscritos en el Registro Público de la Propiedad local.

Y es que ni en las reglas de operación ni en el convenio de adhesión –celebrado con la entidad ejecutora– se establecen los documentos que tendrían que recabarse para acreditar la propiedad de los inmuebles en caso de otorgar subsidios a ejidatarios.

Subsidios, importantes para la industria

De acuerdo con datos aportados en el Estudio de subsidios del sector vivienda en México, la mayor parte de la demanda de habitación en el país se encuentra en la población que percibe entre cero y tres salarios mínimos. Se trata del sector que menos acceso tiene a mecanismos y opciones para adquirir una vivienda.

El estudio elaborado en 2010 por la consultora Lean House Consulting y la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda, también refiere que el 69 por ciento de la población económicamente activa no cuenta con ninguna afiliación a una institución pública con derecho a ejercer un crédito, pues son autoempleados o trabajan en la economía informal.

Por ello, señala la necesidad de redefinir a los beneficiarios de subsidios, con el fin de atender las necesidades de vivienda de este segmento de población.
Al analizar el Programa Ésta es tu Casa, el estudio apunta que hay avances en cuanto a los procedimientos de otorgamiento, verificación y compromisos con las entidades ejecutoras, pero advierte de una “gran debilidad” en cuanto a la metodología para la distribución de los subsidios.

El documento no pasa por alto que la ausencia de una línea de aplicación y difusión de los subsidios se debe a los frecuentes cambios en las reglas de operación que ha tenido el Programa, “en donde los desarrolladores y las mismas entidades financieras, que son las instancias ejecutoras del subsidio, no pueden prever los riesgos en sus inversiones”.

Debido a ello, propone que se establezca una metodología más clara y transparente con el fin de difundir, ante la industria de la vivienda, cuáles son los escenarios de la aplicación de los recursos y su porcentaje por modalidad y por entidad federativa. Entre éstos, anota la incorporación de criterios de sustentabilidad, reubicación de familias en caso de ubicarse en zonas de riesgo, atención a damnificados por desastres naturales.

Además, menciona que la diversidad de programas que ampara el plan de subsidios hace que éstos “se pulvericen” sin establecer paralelamente una instrumentación adecuada, lo que encarece su operación.

Fuente: Revista Contralínea 272 / 19 febrero de 2012