A Carlos Moreno Zamora, padre de Jesús Israel Moreno Pérez, universitario desaparecido el 8 de julio de 2011 en la localidad de Chacahua, Oaxaca, no se le ha entregado el supuesto cadáver de su hijo. Las autoridades locales ni siquiera le han mostrado el cuerpo sin vida que, de acuerdo con la versión oficial, correspondería al del joven de apenas 20 años de edad. Éste sería encontrado por tiburoneros de la región, 12 días después de la desaparición.

En un comunicado con fecha del 4 de enero de 2012, publicado en la página electrónica de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Manuel de Jesús López López, su titular, anuncia el “esclarecimiento” del caso: “Fue encontrado muerto el 20 del mismo mes [julio], en Chacahua, Tututepec, en la región de la costa”; y la consignación de las personas vinculadas con el supuesto asesinato del estudiante de geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México: Margarito González Domínguez, alias el Colazo; Irene Méndez Graf, alias la Güera; Honorio Corcuera Noyola, alias el Cuche Macho y Javier Rodríguez Tapia.

Francisco Javier Vázquez, subprocurador regional de la Costa, explica que, de acuerdo con las declaraciones de los vecinos de Chacahua y de cuatro personas arraigadas, éstas últimas “trasladaron a Jesús Israel Moreno a bordo de una panga y se dirigieron al lado oriente de la isla. Posteriormente, al ir navegando, aproximadamente a la mitad de la laguna, la víctima fue golpeada y luego despojada de su teléfono celular, un ipod, una cámara fotográfica y 1 mil pesos en efectivo; y finalmente Honorio Corcuera Noyola y Margarito González Domínguez lo apuñalaron en diferentes partes del cuerpo”.

Asimismo que, según los resultados de las investigación, en la que colaboraron el Ejército Mexicano, la policía estatal y pobladores del lugar, la osamenta fue arrojada al mar, “frente a la desembocadura de la laguna; y fue el 20 de julio cuando tiburoneros de la región localizaron en cuerpo a 59 kilómetros de la bocabarra”.

En entrevista con Contralínea, el padre de Israel Moreno descarta la versión de las autoridades de Oaxaca. Comenta, por ejemplo, que su hijo no llevaba ipod ni cámara fotográfica: el supuesto botín de los asesinos.

“¡No sé cómo pueden hacer un pronunciamiento tan irresponsable si no tienen todas las pruebas!”, dice indignado el actual distribuidor de productos de belleza. Para él, es claro que “ellos ya quieren darle carpetazo”.

Carlos Moreno Zamora quien, como consta en la investigación publicada por Contralínea el 22 de noviembre de 2011,ya había denunciado “la indiferencia e ineptitud de las autoridades que se limitan a decir ‘estamos trabajando’ y que en realidad no lo están haciendo”, habla de las inconsistencias de la versión que hoy se hace de conocimiento público.

El pasado 22 de diciembre se reunió con el procurador de Oaxaca, el subprocurador regional de la Costa y otros funcionarios. Ahí, le notificaron la muerte de su hijo, aunque jamás le mostraron su supuesto cadáver.

De acuerdo con lo que le comunicaron las autoridades locales, los tiburoneros que encontraron el cuerpo refirieron que éste tenía un corte de cabello tipo “hongo”, y que vestía con short y camisa blanca con insignias negras por detrás. Los tenis que llevaba también eran de color blanco.

Es falso, revira Moreno Zamora. Según la investigación que él mismo emprendió desde que no supo más de su hijo, comenta que es muy probable que éste vistiera con bermuda café, playera del Cruz Azul y sandalias negras. Agrega: “Los únicos tenis blancos que tiene mi hijo están en la casa”.

En aquél encuentro, previo a los festejos navideños, el padre de Israel expuso estos argumentos. Las autoridades se justificaron. Un asesor del procurador le comentó que es común que los turistas intercambien sus objetos, lo que podría explicar el porqué su hijo cargaba con un ipot y una cámara de fotos. Asimismo, que éste pudo haber comparado por allá la ropa que vestía ese día. Respecto del corte que lucía el cuerpo encontrado, y que no correspondía con la descripción de Israel, dijo que el mar suele despojar a las personas de su cabello.

La versión que difunde el gobierno de Oaxaca está basada principalmente en la narración de uno de los cuatro arraigados: Javier Rodríguez Tapia. Entre el 19 y 20 de octubre este hombre se habría comunicado telefónicamente con Julio César García, presidente de la Fundación Infantil Recupera, asociación civil que ofreció una recompensa de 100 mil pesos a quien aportara información sobre el paradero del joven universitario. También, en el testimonio de Félix Gallardo y Ramiro Serrano Gallardo, ambos pobladores de Chacahua, quienes aseguran haber visto cuando los implicados subieron a Israel a una pequeña embarcación.

No obstante, a la fecha, ninguna de las personas arraigadas ha aceptado su participación en el supuesto crimen, refiere Carlos Moreno. Ni siquiera Rodríguez Tapia, quien sólo intenta inculpar a los demás.

El 8 de julio pasado Israel Moreno se comunicó por última vez con sus padres. A través de un mensaje de texto les avisó que había llegado a Chacahua, y que estaba bien. El 4 de julio, iniciadas las vacaciones de verano, el joven universitario, apasionado del cultivo de verduras, emprendió un viaje a Oaxaca. Inspirado en la literatura de Jack Kerouac (novelista y poeta estadunidense de la Generación Beat), planeaba visitar Monte Albán, Puerto Escondido, Chacahua, Mazunte y la Sierra Oaxaqueña para escribir sobre las vivencias de la gente que encontrara a su paso.

Su desaparición quedó asentada en la averiguación previa 176/RG-2011, radicada en Tultepec. Luego se pasó a Puerto Escondido con el folio PE-149/COSTA2011.

Texto relacionado:
Estudiantes pobres, blanco de desaparición forzada