Después de su derrota militar contra el ejército regular sirio, las legiones de [mercenarios y fundamentalistas] de la coalición internacional anti-siria apoyadas por la OTAN y otras potencias occidentales utilizan como último recurso el terrorismo ciego.

Es así que el viernes 11 de mayo, los servicios especiales sirios advirtieron de un ataque en la ciudad de Alepo, la segunda ciudad más grande del país. Un kamikaze conduciendo un minibús conteniendo 1,2 toneladas de explosivos destinados a destruir el barrio densamente poblado de al-Shaar fue neutralizado por las fuerzas de seguridad a último momento antes de que éste pudiera activar el dispositivo para desencadenar la explosión [1].

Esta operación terrorista fracasada es la continuación del doble atentado que mató a 55 personas e hirió a 372 en Damasco, capital del país el jueves 10 de mayo. Los ataques se produjeron casi simultáneamente, alrededor de las 8 de la mañana, hora local, en una carretera al sur de la ciudad, a la hora de punta [del tráfico automóvil], mientras que la gente iba a su trabajo y los estudiantes a sus escuelas.
Las explosiones fueron tan poderosas que sacudió todos los edificios en la capital. El atentado fue reivindicado por el grupo terrorista al-Jabhat nusra, que ya había reivindicado el ataque en enero que mató a 26 personas en al-Midan, un barrio en las afueras de Damasco.

Sabiendo que «los fusiles Kalashnikov no derrocarían al régimen» los grupos armados [es decir el «Ejército Libre de Siria»] y sus directores en el extranjero que dan las órdenes, se están organizando para llevar a cabo una guerra de «baja intensidad» contra Siria [2].

A finales de abril, el barco Loutfallah 2 fue interceptado [3] en aguas libanesas, a bordo del barco habían 150 toneladas de armas destinadas a los combatientes-terroristas operando en Siria, incluyendo proyectiles de 155 mm de calibre, proyectiles que son utilizados únicamente por la artillería pesada que la oposición armada-terrorista no posee. Pero la carga explosiva de estos proyectiles compuesta de una mezcla de TNT y de RDX puede ser empleados para la fabricación de explosivos extremadamente potentes.

Por otra parte, al menos cinco expertos en explosivos llegaron recientemente a Siria, provenientes de los campos de refugiados palestinos en el Líbano.

Uno de ellos, experto en explosivos del grupo terrorista pro-saudí llamado Fatah al Islam, el conocido extremista fundamentalista Abdel Ghani Jawhar, murió en la ciudad fronteriza de Qousseir por la explosión de su propia bomba que preparaba para usarla contra el ejército sirio. Diplomado en química, Abdel Ghani Jawhar se había desplazado a Siria para entrenar a los combatientes-terroristas-mercenarios en la fabricación y utilización de explosivos y coches bomba [4].

Mientras que los medios de comunicación occidentales y aquellos de las petro-monarquías del Golfo afirman que los combatientes armados [de la oposición siria] defienden a la población contra la «represión sangrienta del régimen», esta teoría se contradice con los hechos desde el comienzo de la operación de desestabilización del país iniciada en marzo de 2011. Tratando de provocar el caos para justificar la intervención extranjera «humanitaria», esos son los mercenarios de la coalición internacional que atacan no sólo el ejército y la policía, sino también a la población civil.

[3Ver: «Un avion cargo suspect saisi par la sécurité libanaise» (un avión cargo sospechoso interceptado por la seguridad libanesa), Red Voltaire, 08 de febrero de 2012.

[4«In Syria, Lebanon’s Most Wanted Sunni Terrorist Blows Himself Up», par Aryn Baker, Global spin, 23 de abril de 2012.