El diario El Comercio, tiene sus profundos porqués y torpes cómos para servirle de eco a Keiko, pues su parcial dueña Martha Meier Miró Quesada (agazapada mandamás de facto) fue candidata al Congreso en el fujimorismo del 2000. Empero, no salió elegida; le faltaban méritos sesquipedales propios.

En la primera página de hoy aparece con impactante título a tres columnas: “A Humala le faltan liderazgo y estrategia contra el terrorismo”, con foto de su pupila incluida.

Claro, clarísimo. Le falta la horripilante estrategia de su padre Alberto; un escalofriante grupo Colina, con otro Martín Rivas a la cabeza, que de madrugada levante de sus camas a los 10 estudiantes universitarios y su profesor, los lleven a rastras, los fusilen en fila única, los entierren in situ, quemando previamente con cal sus cadáveres. ¡Espeluznante táctica y estrategia añorada larvadamente por Keiko!

También le falta a Ollanta un Montesinos que los organice, les provea armas y uniformes, camionetas nuevas, ascensos y condecoraciones y, por supuesto, sueldos a los que tienen el oficio de solo matar: ¡boyante terrorismo de Estado!

Ah (¡), también le falta que su padre Isaac sea otro Alberto Fujimori, detrás de los y las colinas (jurídico penalmente autor mediato que usa una estructura de poder), para que después desempeñe el cobarde papel de “yo no fui”. Lo dijo en Chile en su proceso de extradición y lo repitió en Perú en todo el juicio oral.

Todo eso, y mucho más, le falta al presidente Ollanta a fin de que termine encarcelado en otra prisión dorada unipersonal de 140 m2, con huerto, jardines, visitas a discreción hasta más de las 11 de la noche (Cecilia Chacón, por ejemplo), bella enfermera de cabecera y dieta delivery y cumpleaños con famoso grupo musical.

¿Habrán neo colinas que saquen de madrugada, de la espesura de los árboles del VRAE, a los nuevos terroristas de baja estofa? Lo dudo, con razones.

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