Satélites y vehículos no tripulados de EE.UU. efectúan una «vigilancia parcial» de esos arsenales.

En febrero de 2005 la Red Voltaire publicaba un artículo intitulado:
«Siria: un objetivo militar imperialista», nuestro grupo de prensa advertía ya en 2005 los preparativos de los planes secretos del Pentágono para destruir Siria.

Las potencias occidentales, como EE.UU., buscan nuevos pretextos para intervenir militarmente en Siria, denunció el miércoles la agencia de noticias estatal de China, Xinhua, al llamar la atención de la comunidad internacional sobre este caso.

Xinhua se refirió a las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre Siria; cuando advirtió el lunes de que Washington considera «la línea roja» para el lanzamiento de un ataque miliar el empleo de armas químicas que ordenara el gobierno de Damasco contra los rebeldes sirios.

La agencia oficial china rechaza las advertencias de Obama y recuerda la invasión de Irak por EE.UU. en 2001 bajo el pretexto de que el régimen de Sadam Husein poseía un arsenal de armas de destrucción masiva; las supuestas armas que nunca se encontraron en el país árabe.

Igualmente, hace ilusión al caso de Libia y las injerencias del Gobierno estadounidense en los asuntos de este país africano con la excusa de proteger a los civiles en el conflicto entre el exgobernante de este país, Muamar Gadafi y los opositores.

Xinhua señala que el mundo debe permanecer vigilante ante tales comentarios peligrosos (de Obama) que sólo agravarán la situación en la que vive Siria desde 17 meses.

Desde mediados de marzo de 2011, Siria es escenario de una ola de violencia, organizada y financiada por países occidentales, los cuales tratan de presentar al Gobierno de Damasco como el causante de la crisis, a fin de propiciar el terreno para una intervención militar extranjera.

La televisión RT informa por su parte

El Departamento de Defensa de EE.UU. ha confeccionado el guion de un operativo especial para apoderarse de los arsenales químicos que tiene Siria. Una vez recibida la pertinente señal de la Casa Blanca, enviaría a Damasco varios equipos de comandos con la tarea de «asegurar el control» de esos armamentos.

Según fuentes del Pentágono citadas por el periódico Los Angeles Times, el plan se centra mayormente en la protección y la destrucción de todo depósito de armas químicas antes de que caiga en manos de los rebeldes. El mayor temor lo provocan en este sentido las milicias alineadas con Al Qaeda, Hezbolá y otros grupos radicales.

Hasta el momento los arsenales han estado bajo vigilancia de las tropas leales al presidente Bashar al Assad y no corrían ningún riesgo de caer en manos de las fuerzas antigubernamentales, admiten los peritos militares.

«Asegurar esos sitios probablemente implicaría incursiones sigilosas por parte de equipos de operaciones especiales, entrenados para manejar ese tipo de armas, y ataques aéreos de precisión para incinerar los productos químicos sin dispersarlos en el aire», asegura el rotativo con referencia a unos oficiales. Revela además que los satélites y los vehículos no tripulados estadounidenses «ya mantienen una parcial vigilancia» de los arsenales sirios.

Las agencias de inteligencia estadounidenses creen que Siria ha fabricado o adquirido cientos de toneladas de sarín (gas nervioso) y de gas mostaza (sustancia vesicante). Además, sostienen que fuerzas sirias han procurado desarrollar el potente agente nervioso conocido como VX. La toxicidad de algunas de esas sustancias químicas se degrada considerablemente con el tiempo, por tanto los expertos consideran difícil apreciar lo letal que son dichas reservas.

Acorde a un informe del director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., James Clapper, para hacer uso de los arsenales de armas químicas en Siria podrían servir las bombas de aviación, misiles balísticos y artillería. Pero el Gobierno sirio aseguró que jamás las emplearía contra civiles y solo podría hacerlo en caso de una agresión bélica del exterior.

A su vez, el analista político Rómulo Pardo Silva considera «el estigma de las armas químicas» como propaganda y pretexto para un asalto planteado con antelación. EE.UU. tenía ya en el año 2001 el plan del Pentágono para el control e intervención militar en Siria, dice el experto. A su juicio, lo había preparado persiguiendo sus «intereses en la riqueza, en los recursos naturales y en el control de la supremacía global».

Fuente: HispanTV / RT / Red Voltaire, 23-24 de agosto de 2012.