Museo del viento se llama. En él irrumpe un poema en prosa, dando paso a otros versos: “Subo agitada, busco veloz y elevo mis ojos en flama, que en pequeñas dosis lloran lluvia y calma/y mientras todo pasa, el ciclo de siempre: se enciende, se apaga y se enciende en una otra”. Así nos convida sus partos de amor, de sus amores, de sus sentimientos que se desvisten con sensualidad para ofrecerse casi desnudos, apenas con las prendas de las letras que crean a sus hijos-versos… “Toco tu voz/con el filo/de mi mano abierta/y la corto/en: t-i-r-a-s/de papel/para el museo/del viento”. Viento y aire son en los versos de Rosa María sinónimos, y con ellos teje un “Rosario de esperanza/tejo: a m-a-n-o/con estambre insomne/color ruido silencio/aroma a mermelada/acaricio el viento/sobre la montaña/con café caliente/por favor espera/voy hacia esa estrella/con la boca pintada”.

Son 100 páginas con prólogo de Fernando de Ita. Fotografía y reseña de la trayectoria de García-Zapata en la contraportada por Omar Gasca. Y un índice en orden alfabético, con arreglo al primer verso de cada poesía donde las metáforas se mezclan: “Escalo una cortina/de terciopelo y polvo/para tocar tu nombre/una araña se asoma y baila/baila y se oculta/tras un baúl/cuadros y rombos/de la pared escapan/y un radio lejano canta/la araña se oculta y baila/llorando siempre/siempre llorando/Al final/desciendo de la cortina/con cierta dosis/de eternidad”. ¿Son sus poesías, tristes? Me parece que sí. Una tristeza que va y viene entre sus versos, tejiendo nostalgias, recuerdos que se vuelven presente: “Tomados del recuerdo/cubierto por la hierba/caminamos hoy/por el suntuoso templo/de esa otra realidad…/la sostenida a fuerza/de querer prolongarte/de persona… en otra/Sueño deslavado/por el tiempo/evocación de orgasmo/olor añejo/sudor cansado”.

Poemas repletos de sentimientos sensuales-sexuales; de búsqueda del doble amor que sólo los versos pueden prolongar. Así vierte sus sentimientos la poeta, la mujer: “Cara blanca/inexpresiva/como palabra/en fruta/de saber a fresa y tuna/Un verde seco de pasado/Rosa tus labios de pintura y vaho/Vino tinto/Suple un beso somnoliento/Con olor a barro”. Poesías que son un canto al amor sensual, sentimental, sexual, cariñoso, enamorado, etcétera. Son confesiones de quien ama… “Y al final… aquella cita/¿la recuerdas?”. Y si los versos son besos, Rosa María Liliana puso en cada página un beso.

Ficha bibliográfica
Autora: Rosa María Liliana García-Zapata y Meza
Título: Museo del viento (segunda edición)
Editorial: Integrarte, 2006

Fuente
Contralínea (México)