El Congreso de Estados Unidos adoptó, el 30 de noviembre de 2012, una enmienda al presupuesto de Defensa en la que prohíbe al Pentágono comerciar con Rosoboronexport, la agencia rusa de exportación de armamento. Razón invocada: las armas provenientes de esa agencia sirven para garantizar la represión en Siria.

El Senado estadounidense debe analizar además un proyecto de ley, ya aprobado el 16 de noviembre en la Cámara de Representantes, que impone sanciones económicas contra varios funcionarios rusos acusados de violar los derechos humanos. Este último texto ha sido designado como «ley Magnitski», en referencia al jurista ruso fallecido en prisión a causa de una crisis cardiaca por falta de atención médica.