La revocatoria, de cualquier autoridad municipal elegida, sean alcaldes o regidores, es un derecho de la ciudadanía de destituirlos o echarlos del cargo. Tiene amparo constitucional y está regida por la Ley de Derechos de Participación y Control Ciudadanos, Ley Nº 26300, cuya vigencia fue restituida por la Ley N° 27520 de 26-9-2001.

Los promotores o interesados visibles en tal revocación son los que arman todo el proceso a partir de la recolección de firmas, que en el caso de Lima se necesitan no menos de las de 400,000 electores. ¡La ley no se ocupa de los que están detrás de los promotores, de allí que es sabio el aforismo “hecha la ley, hecha la trampa”!

Veamos el armatoste revocatorio de 40 autoridades: una alcaldesa y 39 regidores, sañudo y engañoso, que lograron armar un desconocido, sin fortuna alguna, Carlos Vidal Vidal y el ya conocido abogado municipalista, pero también sin chequera, Marco Tulio Gutiérrez:

1.- Quien firmó el planillón que pedía se revocase a Susana Villarán, jamás supo que también se pediría se revoque, además, el mandato de 39 regidores de Lima, cuyos nombres y apellidos no los conocía y no figuraban en el planillón que firmaba. ¡Firmante engañado!

2.- Votación con ensañamiento, ¡único en la historia del país y de Lima! Este 17-3-2013, tendremos que votar 40 veces, un voto por la destitución o no de la alcaldesa y 39 votos más, por cada uno de los regidores. ¿Puede ser un voto informado si se desconocen aún sus identidades y la labor real en el municipio de cada uno de ellos?

3.- ¡Voto por alcalde por un desconocido! Si se revocase a Susana Villarán, el votante, aún del Sí, desconoce quién será el alcalde provisional que la reemplace por unos 8 meses, pudiendo ser el regidor de Fuerza Social (de los 22 que son) que se salve de ser revocado, aunque sea por un voto; o cualquier otro, también de Fuerza Social, si se salvan varios de los 22, en cuyo caso será alcalde quien tenga menos votos por el NO.

¿Entiende este aparente galimatías al que nos han metido, con saña y engaño, los visibles revocadores que a escondidas coordinan con Luis Castañeda Lossio en su propia casa, como la polemista Patricia Juárez?

4.- Escrutinio malévolo también con saña.- Cada cédula de sufragio se someterá a escrutinio 40 veces, por cada uno de los 40 cuya revocatoria se ha pedido, y en cada caso se identificarán los votos válidos, los nulos o viciados, los en blanco e infundados, cuyos guarismos deben constar en el acta por cada uno de ellos.

Este descomunal escrutinio, está sujeto a la felina observación de los personeros, que el aprismo alanista, el fujimorismo y Solidaridad Nacional acreditarán en 31,455 mesas de sufragio distribuidas en 698 locales de votación. Se requieren, en teoría, más de 62,910 personas (una por el Sí y otra por el No) por cada regidor en disputa o por cada grupo político
que contienda. ¡Serían más de un millón de personas, si cada regidor acreditara su propio personero, sumados a los miembros y el presidente de cada mesa de sufragio!

Las observaciones serán resueltas, en primera instancia, por el Jurado Electoral Especial y en apelación, finalmente, por el Jurado Nacional de Elecciones. ¿Habemus Papam en abril 2013?

¡He aquí el costo social impuesto al país por 2 aparentes, “altruistas”, “moralistas” y comedidos promotores, movidos por una corrupción poderosa y demasiado conocida!