El propio Bergoglio ha respaldado a peligrosos grupos de la ultraderecha militarista.

En países como Argentina, Chile y Perú, la ultraderecha católica, afín a los principales obispos y cardenales de esos lugares, ha sido mucho más agresiva, violenta y radical que las versiones que hemos conocido en México.

Esas fuerzas son las que han estado y están detrás del crecimiento, dentro de la Iglesia Católica, de personajes como Bergoglio.

Es el primer pontífice jesuita y también el primer latinoamericano.

La orden fundada por Ignacio de Loyola ha albergado a personajes de diferentes tendencias ideológicas, desde las relativamente liberales hasta las más conservadoras –como en el caso de Bergoglio–, además de que, en otras épocas, los jesuitas fueron criticados por su falta de escrúpulos en su búsqueda de la influencia y la riqueza.

Puesto que por fin un latinoamericano llega al trono de San Pedro, la misma suerte pudo haber tocado a otros personajes tan polémicos como Norberto Rivera o Juan Sandoval Íñiguez.

Entusiasmados por el ascenso del reaccionario argentino, los sectores más conservadores de la Iglesia esperan que Bergoglio sea un sucedáneo de Juan Pablo II en cuanto a su lucha contra las libertades sexuales, y confían en que demuestre más protagonismo y dotes mediáticas que Benedicto XVI.

Quizá esa expectativa de los sectores reaccionarios nunca se haga realidad, pues no sólo Juan Pablo II tenía notables dotes mediáticas, sino que el mundo era muy diferente en 1978, cuando se inició su pontificado. En esa época no existía el internet, que ha contribuido enormemente a difundir puntos de vista más críticos y veraces sobre los fenómenos sociales. En esa época, la televisión, que tiende a favorecer al poder –económico o religioso– ejercía un control casi absoluto sobre la opinión pública, ventaja que no volverá a tener un pontífice o un gobernante.

La designación de Bergoglio como pontífice supone el apoyo de la jerarquía católica a las posiciones que él mantuvo contra el gobierno de su país y contra las libertades sexuales, así como un ascenso en las filas clericales de los grupos ultraderechistas afines al nuevo papa.

Amigo de militares y militaristas

Bergoglio es uno de tantos prelados de Suramérica afines a la derecha y a los militares conservadores.

En 2005, el periodista argentino Horacio Verbitsky publicó su libro El silencio, donde documentó la complicidad de religiosos argentinos, entre ellos, y de manera muy importante Bergoglio, con la dictadura militar que encabezaba el general Rafael Videla, torturador, genocida y ferviente católico, acostumbrado a rezar el rosario todos los días.

Según esa información, “Bergoglio había retirado su protección a dos sacerdotes de su orden que realizaban tareas sociales en barrios marginales.
“Los dos religiosos –Orlando Yorio y Francisco Jalics– fueron detenidos en mayo de 1976 y permanecieron en cautiverio durante 5 meses en la Escuela Mecánica de la Armada (Esma) hasta que fueron liberados”.

En su libro autobiográfico El jesuita, publicado también en 2010, Bergoglio alegó que no había podido salvar a los religiosos: “Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba, para abogar por personas secuestradas” (www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/03/130313_papa_vaticano_francisco_eleccion_bergoglio_vinculos_gobierno_militar_jg.shtml). Sin embargo, el sacerdote Yorio, que junto con su colega Jalics fue torturado y retenido en la Esma, negó que Jorge Mario Bergoglio hubiera intervenido a favor de ellos (www.larepublica.pe/14-03-2013/francisco-papel-de-bergoglio-en-dictadura-de-videla-ensombrece-su-pasado).

En otros momentos de su trayectoria clerical, Bergoglio ha sido fiel a sus tendencias represivas y conservadoras.

En Argentina, el pintor León Ferrari ha desatado la ira de Bergoglio y de grupos extremistas que han organizado cruzadas para censurar sus obras.

En Buenos Aires, en 2000, se denunció que grupos extremistas del tipo de Tradición, Familia y Propiedad intentaron censurar una exposición de Ferrari. A finales de 2004 se registraron nuevas reacciones con motivo de la retrospectiva 1954-2004, alentadas por “la máxima jerarquía católica mediante un volante distribuido en todas las iglesias y medios de comunicación propios y ajenos” por el cardenal Jorge Mario Bergoglio (Emilio Marín, “Las afiladas tijeras del cardenal no pudieron con un León”, en Argenpress).

Civilización occidental y cristiana, una de las obras de la exposición, mostraba un Cristo entre misiles de un avión estadunidense, data de la época de la guerra de Vietnam, que como la de Irak hoy en día, despertó en aquel tiempo el entusiasmo de sectores rabiosamente anticomunistas. Según Bergoglio, ese tipo de imágenes no pueden exhibirse.

En fin, el nuevo pontífice es amigo de grupos ultraderechistas y militaristas como la FASTA (Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino), fundada en Argentina en la década de 1960 por Aníbal Fosbery, viejo conocido de Bergoglio.

De acuerdo con Horacio Verbitsky, FASTA es “una organización confesional que colaboró con altos jefes del gobierno militar de 1976 a 1983” (www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-73828-2006-10-01.html).

En Argentina se ha comentado también que “esta fraternidad nacionalista de derecha fue fundada por el sacerdote dominico Aníbal Fosbery, quien a principios de abril de 2003, al inaugurar una sede de FASTA en Bariloche, defendió a un oficial nazi juzgado por el asesinato de 335 civiles en 1944” (https://groups.google.com/forum/#!msg/forotopia/d-r8C0F1Cgo/naq7wo0zDJcJ).

FASTA glorifica la guerra de las Malvinas que libró Argentina contra Inglaterra en 1982, a la que califica como “una guerra justa” en la que “el pueblo argentino se sintió verdaderamente unido”. De los militares y reclutas que participaron afirma: “No murieron por odio, sino por amor a Dios, a la patria, a todos nosotros” (véase el video FASTA: http://tu.tv/videos/malvinas-25-anos).

Ese grupo controla escuelas en Argentina y en otros países como España; tiene presencia también en Perú y se caracteriza por el control que ejerce sobre sus adeptos, agrupados en “milicias”, y a quienes entrena para agredir a los que identifica como críticos del catolicismo.

Se ha denunciado que los dirigentes de FASTA “utilizan a los jóvenes –totalmente fanatizados– como soldados, para provocar disturbios en los eventos que ellos consideran inapropiados, incitando a la violencia y con la cobardía de utilizar menores para esos actos delictivos” (www.islamgurea.blogspot.mx/2009/10/secta-nazi-operando-en-espana.html).

En diciembre de 2005, en Lima, Perú, tuve ocasión de presenciar la violencia e intransigencia de los “milicianos” de FASTA, pues acudieron a sabotear la presentación de mi libro Cruces y sombras. Conservadurismo católico en América Latina (véase el video de esos hechos en www.youtube.com/watch?v=QB6w_niXd4M; y la página http://argentina.indymedia.org/news/2005/12/357880.php).

Bergoglio ha sido aliado y promotor de FASTA, en cuyas actividades suele participar.

El 5 de diciembre de 2009, Bergoglio ordenó como sacerdotes a los “milicianos diáconos” de FASTA Daniel Quevedo y Federico Rossini, en la basílica Nuestra Señora del Rosario del Convento de Santo Domingo, “ante una multitud de asistentes venidos de distintos puntos del país, de España y del Perú” (www.aicaold.com. ar/index.php?module=displaystory&story_id=19719&format=html&edition_id=1152).

El 17 de junio de 2012, el entonces arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, junto con Aníbal Fosbery, presidió en la catedral metropolitana de Buenos Aires la misa de acción de gracias por el 50 aniversario de la fundación de FASTA.

En su homilía, Bergoglio exaltó los rasgos militaristas de FASTA: “Ser ‘miliciano’ –término con el cual se identifican los miembros de Fasta– habla de compromiso, de trabajo, de entregarse al Evangelio, y que es, en definitiva, militar en la santidad”, y exhortó a los miembros de FASTA a “seguir sirviendo a la Iglesia en la santidad, siendo milicianos en la exigencia propia…”.

Al finalizar la ceremonia, el presidente jurisdiccional de FASTA Buenos Aires, Edgardo Manassero, entregó al cardenal una placa en agradecimiento por su acompañamiento pastoral a la obra de FASTA (www.aica.org/2158-el-cardenal-bergoglio-presidio-la-misa-por-los-0-anos.html).

A su vez, FASTA ha tomado parte activamente en las campañas encabezadas por Bergoglio contra la despenalización del aborto y contra el reconocimiento del matrimonio homosexual.

La elección de Bergoglio como pontífice fue recibida con entusiasmo por Aníbal Fosbery, quien con ese motivo expresó: “Gracias, querido y recordado monseñor Jorge Mario Bergoglio, obispo auxiliar del inolvidable cardenal [Antonio] Quarracino. Usted bendijo mis sueños apostólicos y bendijo el envío de nuestros laicos de FASTA, luego de los sacerdotes y ahora de las ‘catherinas’ (religiosas laicas consagradas). Transformado por gracia del Espíritu Santo en el papa Francisco, nos sigue escuchando, acompañando, enviando” (www.aica.org/5558-instituciones-movimientos-eclesiales-saludaron-la-eleccion-de-francisco.html).

La llegada de Bergoglio al Vaticano representará un gran aliciente para las actividades de peligrosos grupos como FASTA, al que él ha estado vinculado.

Enemigo de los derechos sexuales

Desde luego Bergoglio, como muchos otros jerarcas, se ha distinguido también como enemigo del aborto y del matrimonio homosexual, y se ha enfrentado en esos temas incluso al gobierno de su país.

En una carta pastoral sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo –legalizado en Argentina desde julio de 2010– Bergoglio manifestó: “No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios… No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”.

Es decir, Bergoglio concibe los derechos de los homosexuales como obra del demonio: “aquí también está la envida del demonio por la que entró el pecado en el mundo, que arteramente pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la tierra”.

Bergoglio rechaza la legalización del aborto incluso en el caso de violación, y a pesar de tener tanta simpatía por el militarismo, con hipocresía habla del “valor supremo de la vida”, que la jerarquía católica limita al caso del aborto.

El actual pontífice ha participado en el Consejo Pontificio para la Familia, organismo creado por Juan Pablo II para promover el activismo antiabortista en todo el mundo.

El 10 y 11 de octubre de 1998 se llevó a cabo el Primer Encuentro de Jóvenes Provida del Mercosur (Mercado Común del Sur), en el Colegio De La Salle de Buenos Aires. Según comentó la agencia Zenit, el evento contaría con representantes de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Chile y Perú y la lista de ponentes contemplaba al entonces presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, así como a conocidos dirigentes de grupos provida.
También apoyó el evento, como arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Mario Bergoglio, quien pidió al Espíritu Santo que “ilumine, fecunde y lleve a feliz término las deliberaciones”.

En su enfrentamiento con Cristina Kirchner, Bergoglio llegó al extremo de hacer arrogantes afirmaciones misóginas, como ésta, difundida el 4 de junio de 2007: “las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos”, con lo que se refería a la candidatura presidencial de la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner. “El orden natural y los hechos nos enseñan que el hombre es el ser político por excelencia; las Escrituras nos demuestran que la mujer siempre es el apoyo del hombre pensador y hacedor, pero nada más que eso” (Agencia de Noticias Télam, 4 de junio de 2007).

Fuente
Contralínea (México)