20. mayo, 2013 Zósimo Camacho @zosimo_contra Portada

Los kaibiles son reconocidos como el cuerpo de militares de elite de América Latina con más capacidad de resistencia y ferocidad; pero también por ser, en el pasado, autores de ejecuciones sumarias, violaciones y torturas cometidas contra insurgentes y población civil, como la ocurrida en la comunidad Las Dos Erres, del Petén, Guatemala, entre el 6 y el 8 de diciembre de 1982, en la que fueron asesinados atrozmente alrededor de 500 hombres, mujeres y niños inermes.

La dureza de su entrenamiento, que pone en el límite de sus capacidades físicas y sicológicas a los soldados, es famosa por implicar la ingesta de animales crudos y despojar al alumno de todo sentido de compasión y clemencia. Al final de la instrucción, aquellos que concluyan serán capaces de sobrevivir en condiciones extremas, privados de cualquier tipo de comodidades y sabrán desempeñarse con destreza en una guerra irregular, hacer demoliciones, detectar y desactivar minas, efectuar ataques de aniquilamiento, maniobras de inteligencia, penetraciones en territorio enemigo y reabastecimiento aéreo.

Su lema: “Si avanzo, sígueme; si me detengo, aprémiame; si retrocedo, mátame”, es una adaptación moderna de una arenga de guerra utilizada por Henri du Vergier, conde de la Rochejaquelein, en el siglo XVIII. Y su nombre, Kaibil, busca hacer honor a un mítico gobernante maya, quien nunca habría sido capturado por el conquistador Pedro de Alvarado en el siglo XVI. Su nombre: Kaibil Balam. El Centro de Adiestramiento y Operaciones Especiales Kaibil (ahora Brigada de Fuerzas Especiales Kaibil) fue fundado el 5 de marzo de 1975.

“Los kaibiles son soldados especiales que sufren una transformación a través del curso”, señala el vocero del Ejército de Guatemala, coronel Érik Escobedo. Él mismo kaibil –matrícula 490– y actual instructor en los cursos para soldados guatemaltecos y para los extranjeros, explica que “la transformación no sólo es física sino también ideológica, de tal manera que estos soldados pueden servir a sus propios países ofrendando incluso la vida, sacrificándose hasta perder la vida, para defender la libertad e independencia de su bandera”.

En la Directiva 3-“B”-c-DO-EMDN-006-SAGE-2003, emitida por el Estado Mayor de la Defensa Nacional de Guatemala, se establecen los objetivos del Centro kaibil:

“Entrenar y capacitar a los especialistas y soldados del Ejército de Guatemala en habilidades, conocimientos técnicos y tácticos para realizar operaciones especiales de comandos.

“Incrementar en el especialista y soldado la mística de combate, compañerismo, iniciativa, agresividad, lealtad, disciplina, así como reafirmar la doctrina de la institución armada.

“Adiestrar al especialista y soldado como miembro de unidades menores, capacitándolo técnica, táctica, física y mentalmente para realizar operaciones especiales de corto y largo alcance en condiciones adversas.”

En el documento, “que norma el desarrollo del curso kaibil para especialistas y tropa” y del cual Contralínea posee copia, también se describen de manera detallada los exámenes que deben aprobar los aspirantes al curso: médico, de aptitud física, de natación militar y académico.

De acuerdo con la directiva, el Centro –con sede en Poptún, Petén, a 400 kilómetros al Noreste de la ciudad capital Guatemala– imparte tres cursos por año. Cada uno de ellos, con una duración de 42 días ininterrumpidos. Todo aspirante debe firmar una carta en la que señala que su ingreso al entrenamiento es voluntario y que “exime al Ministerio de la Defensa Nacional, Estado Mayor de la Defensa Nacional, a su comando, al Centro de Adiestramiento y Operaciones Especiales Kaibil, de responsabilidades por daños físicos, sicológicos y de salud que pudieran suceder durante los exámenes de oposición y en el desarrollo del curso kaibil”.

Según el coronel Érik Escobedo, las Fuerzas Especiales Kaibil responden a las necesidades de la región. “Este curso inició, en primera instancia, para entrenar unidades especiales pequeñas que pudieran operar detrás de las líneas del enemigo. El curso fue evolucionando hacia el combate especializado en operaciones de contrainsurgencia o contraguerrilla, para hacer frente a todas aquellas tácticas comunistas posteriores a la guerra de Vietnam”.

El vocero del Ejército de Guatemala agrega que, en los últimos años, el curso ha sido enriquecido con “técnicas y tácticas capaces de enfrentar a las nuevas amenazas de la región”. Informa que de los tres cursos kaibil que cada año son impartidos por el Ministerio de la Defensa Nacional de Guatemala uno es para los militares de los países con los que se tienen convenios firmados.

El especialista en seguridad Samuel González Ruiz señala que México necesita de una fuerza de elite capaz de combatir a la delincuencia. “Pero no del tipo kaibil. Hay muchas estrategias de fuerzas especiales que tienen el entrenamiento y la capacidad para enfrentar al crimen y respetar los derechos humanos”.

Quien fuera titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (1996-1998) de la Procuraduría General de la República (PGR) y experto de alto nivel de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (2000-2003) considera que luego del sexenio de Felipe Calderón las Fuerzas Armadas Mexicanas deben cambiar: “y el proceso de cambio debe tener como elemento central el respeto irrestricto a los derechos humanos; las técnicas en el uso de la fuerza deben ser conforme a los derechos humanos”, insiste.

El coronel Érik Escobedo asegura que los soldados kaibiles “son los que más observan esos derechos que son inherentes al ser humano”. Explica que en toda instrucción académica o de adiestramiento impartida por el Ministerio de la Defensa Nacional de Guatemala no pueden faltar tres “cátedras transversales”: derechos humanos, derecho internacional de los conflictos armados y operaciones en caso de desastre.

“Hay personas que critican sin conocer. Por lo regular, los kaibiles no tienen contacto con la población; ellos operan siempre en la montaña, detrás de las líneas del enemigo. Y cuando llegan a tener contacto con la población, generalmente tienen un alto nivel de aceptación.”

Iñigo Guevara rechaza que las Fuerzas Armadas Mexicanas busquen crear unidades kaibiles. El maestro en seguridad nacional explica: “Los kaibiles fueron diseñados como un arma antisubversiva en lugares remotos, con muy poca infraestructura, donde sobrevivir se convierte en un verdadero reto. Cada país debe diseñar su estructura de defensa de acuerdo con sus necesidades. Participar en cursos internacionales no quiere decir que gobiernos extranjeros estén formando unidades de combate mexicanas. La participación de efectivos mexicanos en cursos no sólo ocurre en Guatemala, sino también en Estados Unidos, Francia, Alemania, Chile, China, Colombia, Ecuador, España, Italia, Perú y Uruguay”.

El experto agrega: “el entrenar tropas y oficiales con otras Fuerzas Armadas enriquece la formación militar mexicana, al absorber nuevos o diferentes conceptos, a la vez que fortalece la diplomacia de defensa”.

Al respecto, el priísta Ricardo Barroso Agramont, presidente de la Comisión de Marina del Senado de la República, considera que “se deben respaldar todas las actividades que beneficien la preparación, capacitación y expansión de nuestras Fuerzas Armadas”. Aduce que “así se refuerza la seguridad del país”.

Para el senador panista Ernesto Ruffo Appel, integrante de la Comisión de Marina, el adiestramiento kaibil “es positivo”. El legislador considera que el entrenamiento en Guatemala se justifica porque el narcotráfico utiliza tácticas terroristas. Los narcotraficantes “tienen que ser abatidos y muchas de esas confrontaciones se dan en lo urbano, lo que representa un alto riesgo para la sociedad civil; así que los soldados y los marinos, a la hora de un operativo específico, tienen que confrontar al enemigo de una forma quirúrgica, para evitar el daño a terceros”.

Infografía:

Parte I: Kaibiles mexicanos al servicio de… ¿la patria?

Parte II: Las razones de los kaibiles mexicanos

Parte III: Tropas de elite contra… la sociedad

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Fuente: Contralínea 335 / mayo 2013