El presidente Barack Obama nombró a Susan Rice consejera de seguridad nacional.

A finales de 2012, Susan Rice se vio obligada a retirar su candidatura al cargo de secretaria de Estado debido a la cólera de los senadores republicanos, que le reprochaban haber ocultado la verdad sobre el asesinato del embajador de Estados Unidos en Libia. El puesto de consejera de seguridad nacional no depende de la aprobación del Senado.

Rusia había indicado en 2012 que la nominación de Susan Rice a la cabeza del Departamento de Estado sería recibida con desagrado en Moscú.

Como consejera de seguridad nacional, Susan Rice tendrá como asistente a Tony Blinken (a quien anteriormente habíamos atribuido erróneamente el cargo confiado a Rice).

Samantha Power será la sucesora de Susan Rice como embajadora de Estados Unidos ante la ONU.

Estas nominaciones dan una fuerte impresión de amateurismo:
  Susan Rice es designada debido a sus relaciones personales con el presidente. Esta ex consejera en relaciones públicas confundió en varias ocasiones los intereses de sus antiguos clientes con las exigencias de su función en la ONU.
  Samantha Power no tiene la misma trayectoria política. Como especialista en genocidios, su imagen es la de una personalidad ingenua, que no tiene idea del papel de Estados Unidos en el mundo.

Contrariamente al secretario de Estado John Kerry y al secretario de Defensa Chuck Hagel, Susan Rice y Samantha Power son favorables a una intervención militar de Estados Unidos en Siria.