El padre Paolo Dall’Oglio fue, en efecto, ejecutado hace 3 días por sus «hermanos» del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), según confirma el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), oficina de la Hermandad Musulmana con sede en Londres y bajo la protección del MI6.

Figura de la «revolución siria», de la que se había convertido en propagandista con amplia cobertura de la prensa occidental, este jesuita italiano era criticado por los cristianos de Siria, quienes le reprochaban su actitud de misionero occidental y el hecho de haber traicionado al pueblo sirio. En 2011, los «revolucionarios» llegaron a dedicar al padre Paolo Dall’Oglio un viernes de plegaria musulmana para demostrar que lo veían como uno de los suyos. En Occidente, el sacerdote gozaba del respaldo de los periodistas proisraelíes y de la prensa católica, que sin embargo desconocían los puntos de vista de los cristianos de Siria.

Con la misión de organizar una cooperación entre las dos ramas de al-Qaeda en Siria y los partidos kurdos para derrocar el gobierno sirio, el padre Paolo Dall’Oglio penetró ilegalmente en territorio sirio, a través de la frontera turca, y llegó hasta la ciudad de Rakka, en manos de los islamistas, a los que no logró convencer de la importancia de la alianza que les proponía.