El presidente del Consejo de Ministros de Siria, Wael al-Halaqui, anunció el 6 de noviembre de 2013 la destitución de 352 altos funcionarios.

El presidente Bachar al-Assad se había comprometido a luchar contra la corrupción en Siria. Pero en la difícil situación creada en el país, le resultaba imposible proceder a la destitución de altos funcionarios sin arriesgarse a que los destituidos se pasaran de inmediato a las filas de la oposición armada.

Síntoma de que los tiempos cambian, otras 28 destituciones han sido anunciadas por el jefe del gobierno sirio el 7 de noviembre.