La conferencia de paz Ginebra 2 está llamada a concretarse a pesar de los obstáculos creados por los enemigos de Siria.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien –en la tarde del lunes 20 de enero de 2014– había cursado a Irán la invitación a participar en la conferencia, retiró la invitación en la mañana del martes. Ante la amenaza de la oposición siria en el exterior de anular su propia participación si Irán era invitado, el señor Ban Ki-moon no encontró mejor justificación que afirmar que Irán se negaba a aceptar los términos del comunicado de la anterior conferencia de Ginebra, en la que Irán ni siquiera estuvo presente.

A no ser que se produzca un cambio de último minuto, la delegación de la Coalición Nacional Siria no incluirá ningún miembro de su principal componente, el Consejo Nacional. Tampoco estará en la delegación de la oposición externa ningún miembro del gobierno provisional creado en el exilio, cuyo primer ministro decidió dimitir.

La Unión Europea está tratando incluso de retrasar la llegada de la delegación siria. Francia cerró su espacio aéreo al avión sirio de la delegación gubernamental. Dado que una parte del aeropuerto internacional de Ginebra se halla en territorio francés, la delegación siria tendría que aterrizar cerca de Montreux. Por su parte, Grecia se negó a reabastecer de combustible el avión de la delegación siria, en espera desde hace horas en la pista del aeropuerto de Atenas.

A pesar de que la delegación siria, cuya composición se conoce desde hace tiempo, viaja por invitación del secretario general de la ONU, tanto Francia como Grecia –que están en la lista de participantes de la conferencia– prefieren hacer prevalecer la aplicación de las sanciones impuestas a Siria por la Unión Europea.