Según la agencia británica Reuters, el Congreso de Estados Unidos ha votado en secreto el financiamiento de una ayuda militar destinada a los «rebeldes sirios» hasta el final del actual año fiscal, o sea hasta el 30 de septiembre de 2014 [1].

Al parecer, no se trató de una sesión secreta del Congreso sino más bien de una reunión secreta organizada en el marco del periodo de sesiones normal del órgano legislativo estadounidense.

Reuters precisa que la ayuda aprobada prevé el envío de armamento ligero y de cohetes antitanques pero no incluye ninguna entrega de armamento antiaéreo.

En respuesta, la delegación de la República Árabe Siria en Ginebra 2 propuso de inmediato –el 28 de enero de 2014– la firma de un comunicado que retoma varios puntos del texto final de Ginebra 1 [2], como la condena del apoyo militar externo al terrorismo, documento que la delegación de la «oposición siria» se negó a firmar a pesar de que no contenía ningún elemento retórico nuevo en relación con Ginebra 1.

En su discurso anual sobre el Estado de la Unión, pronunciado un poco más tarde el mismo 28 de enero, el presidente Barack Obama trató de ocultar las contradicciones de Estados Unidos. Al referirse a la lucha contra al-Qaeda, el presidente afirmó: «En Siria, apoyaremos a la oposición que rechaza el programa de las redes terroristas» [3]. Obama no precisó, sin embargo, cuál es la oposición «que rechaza el programa de las redes terroristas» ni quién la representa.

Citando a Bruce Riedel, consejero del presidente de Estados Unidos, la agencia Reuters asegura que los envíos de armas aprobados por el Congreso estadounidense no serán de índole capaz de modificar el curso de la guerra en Siria aunque sí deben prolongarla.

Según Riedel: «La guerra siria está en un punto muerto. Los rebeldes carecen de la organización y del armamento necesarios para vencer a Assad mientras que el régimen no tiene personal leal para reprimir la rebelión». Sin embargo, en el terreno, los grupos armados, que se componen fundamentalmente de combatientes extranjeros, están en franco retroceso desde hace 4 meses.

Proveniente de la CIA, Bruce Riedel ha sido consejero de 4 presidentes estadounidenses y hoy trabaja simultáneamente para el Albright Group y el Saban Center de la Brookings Institution. Riedel no creyó importante precisar que la entrega de armamento antiaéreo a los grupos que luchan contra el gobierno de Assad pondría en peligro la superioridad aérea de Israel en la región, cosa Estados Unidos no tiene la menor intención de permitir.

La información de Reuters no ha sido dada a conocer por los medios de difusión estadounidenses, que no están autorizados a mencionar la existencia de las reuniones secretas del Congreso. Hasta ayer –28 de enero de 2014– la mayoría de los medios de prensa de los países miembros de la OTAN también estaban plegándose a esa medida de censura.

[1Congress secretly approves U.S. weapons flow to ’moderate’ Syrian rebels”, por Mark Hosenball, Reuters, 27 de enero de 2014.

[2«Comunicado final del Grupo de Acción para Siria», Red Voltaire, 30 de junio de 2012.

[3«Discurso de Barack Obama sobre el Estado de la Unión en 2014», por Barack Obama, Red Voltaire, 29 de enero de 2014.