Arabia Saudita logró establecer un cese de las hostilidades entre los cuatro principales grupos armados de la oposición siria: el Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL), el Frente al-Nusra, el Frente Islámico y el Ejército de los Muyahidines.

Los combates entre facciones rivales de la oposición armada en Siria dejaron un saldo de al menos 1 500 muertos en un mes.

El ministerio sirio de Relaciones Exteriores reaccionó de inmediato dirigiendo al Consejo de Seguridad de la ONU una carta en la que denuncia el respaldo de Arabia Saudita a organizaciones que ese órgano de las Naciones Unidas clasifica como terroristas (el EIIL y el Frente al-Nusra).

En dicha carta, la República Árabe Siria recuerda al Consejo de Seguridad de la ONU que el apoyo de Arabia Saudita a esas organizaciones terroristas viola la resolución 1373 adoptada por el propio Consejo el 28 de septiembre de 2001, a raíz de los atentados del 11 de septiembre.

En la misma carta, la República Árabe Siria solicita la inclusión del Frente Islámico y del Ejército de los Muyahidines en la lista de organizaciones terroristas. El documento concluye subrayando que el desarrollo de esos grupos en territorio sirio constituye un grave peligro para la paz internacional.