Recientemente, nuestros socios occidentales han hecho un llamamiento activo para la creación de un Grupo de Contactos para la regularización de la situación de Ucrania, no obstante, parten de la base de que este tipo de estructura ha de ocuparse de que Moscú y Kiev entablen el diálogo.

Tal y como ha aclarado en repetidas ocasiones la parte rusa, la situación actual de Ucrania no la hemos creado nosotros sino que es el resultado de una profunda crisis del Estado ucraniano que ha conducido a una polarización de la sociedad y un recrudecimiento del antagonismo entre las diferentes partes del país.

El esfuerzo de la comunidad internacional ha de estar encaminado precisamente a ayudar a superar estas distensiones.

Guiados por esta meta y atendiendo a la petición que nos han hecho EE.UU. y los Estados europeos, elaboramos y entregamos la semana pasada a nuestros socios principales en EE.UU., Europa y otras regiones, la propuesta rusa sobre cómo se podría organizar la ayuda exterior con medidas que deben emprender los propios ucranianos para salir de la crisis.

Con este objetivo, propusimos formar un Grupo compacto de Apoyo para Ucrania cuya composición fuera aceptada por todas las fuerzas políticas ucranianas.

Los participantes del Grupo se comprometerían a regirse por los siguientes principios:

– respeto de los intereses del pueblo de Ucrania de múltiples nacionalidades,

– apoyo a la legitima aspiración de todos los ucranianos y todas las regiones del país a vivir con seguridad y con arreglo a sus tradiciones y costumbres, a usar libremente su lengua materna, a acceder sin trabas a su propia cultura y a mantener unos amplios vínculos con sus compatriotas y vecinos,

– rechazo de la reaparición de la ideología nazi y la condición sine qua non de que los políticos ucranianos se desliguen de los ultranacionalistas y acaben con los intentos de desestabilizar varias zonas del país,

– reconocimiento de la importancia fundamental de la paz civil y el pacto nacional en Ucrania para fomentar unas relaciones constructivas con la zona euro-atlántica sobre la base de la equidad y la consideración de los intereses de todos los Estados en juego.

Los objetivos del Grupo de Apoyo consistirían en alentar a los ucranianos a hacer realidad las siguientes acciones en primer término.

1. Cumplir inmediatamente los compromisos especificados en el Acuerdo sobre la Normalización de la situación en Ucrania del 21 de febrero de 2014, sobre la incautación del armamento ilegal, la liberación de la ocupación ilegal de edificios, calles y plazas, así como la organización de una investigación objetiva de los actos violentos cometidos en el período comprendido entre diciembre de 2013 y febrero de 2014.

2. Convocar sin demoras y por decisión de la Rada Suprema de Ucrania una asamblea constitucional con una representación igualitaria de todas las regiones ucranianas para elaborar una nueva constitución federal de conformidad con la cual:

– se consolidarán los principios de supremacía de la ley, la defensa de los derechos humanos y todas las minorías nacionales, la libertad de expresión y actividad de los partidos políticos y los medios de comunicación, así como otros principios que garantizan el sistema político de Ucrania como un Estado Federal Democrático, con soberanía y estatus político-militar neutral;

– la lengua rusa junto a la lengua ucraniana se establecerá como segunda lengua oficial y el resto de las lenguas recibirán el rango establecido en la Carta Europea sobre las Lenguas Regionales y Minoritarias;

– cada región elegirá de forma autónoma por voto directo a los órganos de su poder legislativo y ejecutivo y tendrá competencias, reflejando su idiosincrasia cultural e histórica, en el área económica, financiera y social, el idioma, la educación y las relaciones interregionales externas, con la garantía de la protección de los derechos de las minorías nacionales y provinciales en cada sujeto de la federación;

– Se prohibirán y castigarán las injerencias en los asuntos de la iglesia y las relaciones entre las distintas confesiones.

La decisión de ratificar el proyecto de la nueva constitución será adoptada por la asamblea constitucional con arreglo al consenso de todos los participantes.

El Proyecto de constitución se someterá a referéndum nacional.

3. Inmediatamente después de la aprobación de la nueva constitución, se debe fijar la celebración de elecciones nacionales, ante un amplio y objetivo abanico de observadores internacionales para elegir los órganos superiores del poder del Estado de Ucrania con la celebración al mismo tiempo de comicios para elegir a los órganos del poder ejecutivo y legislativo de cada sujeto de la Federación.

4. Se reconoce y se respeta también el derecho de Crimea a determinar su propio destino de conformidad con los resultados de la libre elección de su población en el referéndum que se celebró el 16 de marzo de 2014.

5. El sistema de gobierno de Ucrania establecido con arreglo al conjunto de objetivos y principios arriba expuestos, su soberanía, integridad territorial y estatus político-militar neutral serán garantizados por Rusia, la Unión Europea y EE.UU. con una resolución vinculante del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

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Rusia está dispuesta a ponerse a trabajar junto con nuestros socios y sin demora en la configuración de un mecanismo multilateral que ayude a normalizar la crisis ucraniana de acuerdo con estas propuestas.