Declaración de La Haya

1. Nosotros, dirigentes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido, Estados Unidos, el Presidente del Consejo de la Unión Europea y el Presidente de la Comisión Europea, nos hemos reunido en La Haya con el fin de reafirmar nuestro apoyo a la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Ucrania.

2. El derecho internacional prohíbe la adquisición, por medio de la coerción o la fuerza, de una parte o del conjunto del territorio de otro Estado. Ese acto contradice los principios básicos del sistema internacional. Condenamos el referéndum ilegal realizado en Crimea, contrario a la Constitución de Ucrania. Igualmente condenamos firmemente el intento de Rusia de anexar Crimea de una manera que contraviene el derecho internacional y obligaciones internacionales específicas. No reconocemos ninguno de los dos.

3. Hoy reafirmamos que los actos de Rusia tendrán consecuencias importantes. Estos actos constituyen una violación clara del derecho internacional y un grave perjuicio al predominio del derecho a escala mundial; y todos los Estados deben sentir inquietud ante ello. En respuesta a esta violación por parte de Rusia de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y para mostrar nuestra determinación de reaccionar ante esos actos ilegales, hemos impuesto, individual y colectivamente, diversas acciones contra Rusia y las personas y entidades responsables. Nos mantenemos listos para la adopción de medidas más vigorosas, incluyendo la imposición de nuevas sanciones sectoriales coordinadas que tendrán profundas repercusiones sobre la economía rusa, si Rusia prosigue la escalada.

4. Recordamos a Rusia sus obligaciones internacionales y sus responsabilidades, incluso hacia la economía mundial. Rusia se encuentra ante una disyuntiva muy clara. Todavía hay vías diplomáticas abiertas para desactivar la escalada y exhortamos a Rusia a que las utilice. Rusia debe respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, iniciar discusiones con el gobierno ucraniano y recurrir a las proposiciones de mediación internacional y de seguimiento que le han sido presentadas para abordar toda preocupación legítima.

5. El apoyo de la Federación Rusa a la Misión Especial de Monitoreo en Ucrania de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa constituye un paso en la dirección correcta. Obramos por el rápido despliegue de esa Misión, que facilitará el diálogo en el terreno, reducirá las tensiones y favorecerá la normalización de la situación. Exhortamos además a todas las partes a velar por que los miembros de la Misión Especial de Monitoreo tengan el acceso necesario, en toda Ucrania, para cumplir su mandato con toda seguridad.

6. El presente Grupo se formó sobre la base de convicciones y responsabilidades que compartimos. Con sus actos de las últimas semanas, Rusia se separó de esas convicciones y responsabilidades. En tales circunstancias, no participaremos en la Cumbre de Sochi como estaba previsto. Suspenderemos nuestra participación en el G8 hasta que Rusia cambie su actitud y hasta que el contexto sea nuevamente propicio para discusiones constructivas y volveremos a reunirnos nuevamente bajo el formato del G7, en la fecha prevista, en junio de 2014, en Bruselas, para discutir nuestro programa general. También hemos orientado a nuestros ministros de Relaciones Exteriores no asistir al encuentro previsto en Moscú en el mes de abril. Hemos decidido también que los ministros de Energía del G7 se reúnan para analizar cómo fortalecer nuestra seguridad energética colectiva.

7. Al mismo tiempo, continuamos apoyando firmemente al pueblo ucraniano que trata de restablecer la unidad, la democracia, la estabilidad política y la prosperidad económica de su país. Saludamos el ambicioso plan de reformas del gobierno ucraniano y respaldaremos su aplicación en momentos en que Ucrania trata de iniciar un nuevo capítulo de su historia, basado en una amplia reforma constitucional, en elecciones libres y justas a realizarse en el mes de mayo, en la promoción de los derechos individuales y el respeto de las minorías nacionales.

8. El Fondo Monetario Internacional tiene un papel fundamental que desempeñar para dirigir el esfuerzo internacional tendiente a apoyar las reformas ucranianas, reducir la fragilidad económica de Ucrania e integrar mejor el país en el sistema multilateral como economía de mercado. Apoyamos firmemente los trabajos del FMI ante las autoridades ucranianas y lo exhortamos concluirlos. El apoyo del FMI es esencial para desbloquear ayuda adicional del Banco Mundial, de otras instituciones financieras internacionales, de la Unión Europea y de fuentes bilaterales. Nos mantenemos unidos en nuestra determinación de prestar un respaldo financiero sólido a Ucrania, de coordinar nuestro apoyo técnico y en ofrecer ayuda al país en otros sectores, incluso en forma de medidas tendientes a estimular su comercio y fortalecer su seguridad energética.