El número 2 de los servicios de inteligencia de Corea del Sur y 3 oficiales dimitieron luego de que la prensa revelara que participaron en la elaboración de documentos destinados a culpar a una persona de ser espía de Corea del Norte.

Después de presentar excusas, el director del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS, siglas en inglés), Nam Jae-joon, anunció una profunda reforma de ese servicio.

La presidenta conservadora de Corea del Sur, Park Guen-hye –hija del dictador Park Chung-hee–, también presentó sus excusas a la nación al término del consejo de ministros.