Allan Levene (ver foto), miembro del Partido Republicano y aspirante a la nominación por esa formación política a las elecciones para la Cámara de Representantes de Estados Unidos en 4 Estados diferentes, propuso un nuevo plan de paz para Israel.

Según el Plan Levene, Israel volvería a las fronteras de 1967 pero recibiría a cambio una porción de territorio en el Estado de Texas. El territorio cedido al Estado hebreo (unos 25 000 km², o sea una superficie casi similar a la del Estado de Massachusetts) se convertiría en un Estado independiente.

Es la primera vez, desde la creación del Estado de Israel, que una personalidad judía propone implantar una parte de ese Estado fuera de Palestina, lo cual implica un retorno a la situación que llevó al surgimiento del movimiento sionista a fines del siglo XIX: la existencia de un proyecto puramente colonial sin conexión con ningún mito bíblico.