Los canales de televisión de los países de la OTAN y de las monarquías del Golfo anunciaron la caída de Mosul en manos del EIIL 6 horas antes de que ese ejército privado penetrara realmente en la importante ciudad del norte de Irak.

Esta es una técnica típica de la guerra de 4ª generación y su objetivo es desmoralizar a la población para evitar que opte por la resistencia armada ante la fuerza invasora.

La caída de Mosul es por lo tanto muy similar a la caída de Trípoli, la capital libia, en 2011, cuando los canales de televisión atlantistas y los de los países del Golfo transmitieron imágenes rodadas en estudios para hacer creer que los rebeldes contrarios a Kadhafi ya estaban dentro de la ciudad y que habían tomado la Plaza Verde.