8-7-2014

¿Será porque el juez del amparo de García necesita ayuda argumental, y de la otra, o ya las ve negras, y malolientes, el conocido mastodonte de la negación de la política?

En aquella ejecución de sentencia (Exp. 14923-2013) que Alan García, increíblemente, pidió la nulidad del acuerdo del Congreso de la República, de 19-6-2014, que ordena formularle denuncia constitucional por delitos e infracciones de la Constitución Política, el día de hoy, muy temprano, a las 8:49 am, García ha presentado un kilométrico escrito de 224 páginas, sí, 224 folios. El juez le ha pedido, en palabras, su valiosa colaboración para mejor entender la nulidad solicitada, pues por sí solo, es incapaz de resolverla. ¡Quiere esta ayuda y más de la otra, que refuerce la primera!

¡La bicoca de 50 mil dólares dicen que ha costado este mamotreto, que han dado forma un buen puñado de especialistas, expertos también en cobrar, por cuanto los Vélez, los Medina y los Reyna no dieron a la talla que tenía en expectativa el zarandeado ex mandatario.

Redactar un escrito de 224 páginas adicionales: el inicial pedido de nulidad alanista tenía 28 folios, demuestra que su juez Hugo Velásquez Zavaleta, del 5° juzgado constitucional de Lima, no está convencido aún, de anular el acuerdo congresal. Pide reforzar con más ideas y de otro calibre esas vacuas 28.

¿Quiénes escribieron este voluminoso escrito, preñado de citas bibliográficas, de autores nacionales y extranjeros, también de falacias, y notas de pie de página, para engatusar al juez de marras? Por lo visto, el suculento pago anterior no fue suficiente, ya que surgió en el camino la necesidad de más argumentos, de singular peso, sin el contenido gaseoso de las 28 páginas que motivan este tira y afloja.

En total, ya son 252 folios de razones, con las que busca García, con nerviosismo y desesperación, demostrar que se debe anular el acuerdo del Congreso, aunque éste no fue el demandado en el antiguo Amparo de 16-5-2013.

¿Se atreverá el juez en cuestión a ANULAR el acuerdo del Congreso, pretextando ejecutar una sentencia en un tercero no demandado?

Lo dudo, de veras. Ya sabe que lo denunciaré penalmente, si le da forma a esta monstruosidad jurídica que busca su “patrocinado”, quien sueña con ser presidente por tercera vez, más como escudo de sus fechorías pasadas que por otra cosa.

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