Pese a los innumerables llamamientos de Rusia, de los socios occidentales de Ucrania, de las estructuras internacionales y de la opinión pública, en el este de Ucrania continúa llevándose a cabo una tremenda operación militar que se salda con la muerte de civiles y la destrucción de infraestructuras públicas.

En la noche del 3 al 4 de julio, el ejército ucraniano abrió fuego de artillería en las afueras de Lugansk –Bolshaya Vergunka. Algunos proyectiles se desviaron hasta el centro de la ciudad. El impacto de los proyectiles contra una vivienda causó la muerte de una mujer y una persona tuvo que ser atendida en el hospital por heridas de metralla. En el distrito 27 de la ciudad, murió una persona por heridas de bala y otras siete personas sufrieron heridas al ser alcanzadas por los proyectiles contra los edificios de viviendas en diferentes barrios de Lugansk.

Han explotado varias minas en las inmediaciones del dispensario clínico regional de Lugansk. En la unidad de tratamientos estallaron los cristales y el edificio ha sufrido serios daños.

El 4 de julio, las fuerzas de seguridad ucranianas continuaron los bombardeos contra los barrios residenciales de Lugansk.

Hoy mismo, en Slaviansk, como resultado de un ataque de artillería del ejército ucraniano contra un barrio residencial, han muerto 6 civiles que en su mayoría son ancianos y que no se ven capaces de abandonar la ciudad.

El 5 de julio, las fuerzas aéreas ucranianas realizaron un ataque aéreo contra el aeropuerto de Donetsk. Se ha declarado en la ciudad un régimen de racionamiento del agua potable.

El 5 de julio, en Lugansk, a consecuencia del ataque de artillería del ejército ucraniano murió una persona y trece resultaron heridas.

El 6 de julio, se produjo un ataque con mortero contra el puesto fronterizo de control ruso del óblast de Rostov, “Donetsk” desde el territorio de Ucrania. Las instalaciones del paso fronterizo quedaron dañadas con la explosión.

El 7 de julio, en el óblast de Donetsk continuaron los bombardeos ucranianos contra Slaviansk y Kramatorsk, pese al hecho de que los milicianos habían abandonado esta ciudad.

Las fuerzas de seguridad de Kiev están destruyendo sus propias ciudades aplicando tácticas que incluso son raramente utilizadas por las tropas de ocupación en un territorio enemigo.

El 6 de julio, los hostigadores de la “Guardia Nacional” llevaron a cabo una “limpieza” en Slaviansk y Kramatorsk abandonada por la milicia. Los policias locales han sido arrestados y trasladados a lugar desconocido. Hay represalias contra todo aquel sospechoso de colaborar con los milicianos de la República Popular de Donetsk y se arresta incluso a quienes en un momento dado conceden una entrevista a los periodistas rusos. A los hombres de edad militar que por razones diversas no han podido abandonar esta ciudad se les detiene y se les interroga.

El 6 de julio, en Nikolaevka (a 15 km de Slaviansk), las tropas ucranianas abrieron fuego contra la población civil que trataba de abandonar la ciudad.

El 6 de julio, la aeronave Su-25 realizó un ataque aéreo a las afueras de Lugansk, en las aldeas de Metalist y Alexandrovka

El 6 de julio, en el centro de Lugansk, se registraron disparos con mortero. Dos viviendas sufrieron daños y quedaron destruidos los aparcamientos. Murió el vigilante de los aparcamientos y 4 personas fueron heridas de gravedad.

Estos son los hechos. No se pueden ocultar.

Volvemos a exigir por enésima vez a Kiev que cese los ataques contra objetivos civiles que no tienen aparentemente sentido. En Kiev hacen oídos sordos a los llamamientos para salvaguardar la vida de la gente. Ante esto, esperamos una reacción adecuada por parte de los países de la Unión Europea de condena contra la política criminal de las autoridades de Kiev. No es posible que dicha política tenga lugar dentro del marco de lo que se ha venido a llamar apartado político del Acuerdo de Asociación de la UE y Ucrania.