Dedicado a todas las mujeres que, según estadísticas mundiales son parte de la tasa de violencia física que crece 70% cada día contra ellas.

 Nunca pensaste que alguna vez ibas a terminar donde fuiste a parar, y luego dices que todo lo hice por venganza, que te quité tu libertad.

 Y la libre disposición de mi tiempo que quedó sepultada por varios meses cuando me agarraste de los pelos por la espalda cuando quise salir de aquel cuarto, destrozada, a otro rumbo y dirección, ¿eso no importa, verdad?, sí, lo único que interesa es tu ego y tu ensoberbecida ruindad.

 El primer día que me quisiste conquistar, yo estaba en los inicios de mis veintes, y tú con todos tus logros y experiencias, aun así, conmigo, se te fue el avión.

 Me envolviste, pero no en cobertura de caramelo sino en manto negro de dolor y frustración, dices que no querías hacerme daño y que ¿no viste mi fragilidad, un metro sesenta y 50 kilos, pudieron más que tú, eh?, perdón había olvidado que tú eras tan solo un muñeco de papel y yo el gigante de la leyenda de Gulliver.

 Dices que yo era tu familia, a la que primero ilusionaste con puras mentiras y que sólo traicionabas en todo momento y en cualquier lugar, y que solo serviste en todo caso para dejar sin respiración y sin defensas cuando intentabas ahogarme y asfixiarme y en consecuencia, destruida ya tu "única familia" que según tú, amaste en realidad.

 El interminable dolor en todo el cuerpo, por tanta patada, puñete, cabezazo contra el piso, la sangre corriendo por mis mejillas y labios rotos, mis ropas manchadas y cabellos enredados de tanta salvaje manipulación en mi cabeza, mis lágrimas llenas de indignación e impotencia, mi alma atormentada y el corazón destrozado sin posibilidad alguna de repararlo ¡cuánta soledad, tanto miedo que me hizo temblar, tanto insulto, tanta humillación, me atrapaste en cuatro paredes de la habitación, cuánto llanto, quisiste que salga con la cara lavada y que me quedara callada pero sé "que no fue tu intención, tú no querías lastimarme, tú me querías matar".

 Y mandas a tus hienas defensoras, a agredirme, lloras en televisión diciendo que eres inocente, que no me tocaste un pelo, que eres "un santo incapaz", si yo lloré, fue por puro drama, por despechada, por vengativa, pero si lo haces tú, es por tu "heroísmo", tan "varonil" que siempre te caracterizó.

 ¡Yo no sé quién te estafo! ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, y ¿por qué?, ¿creíste que si a una mujer la pateas, tiene que vivir en el piso arrastrada a esperar más maltrato?, es decir ¿nunca me pudiste ver recuperada? ¿amando de nuevo? ¿y emprendiendo nuevos retos?. Tus puños se equivocaron de mujer, yo seguí viviendo después de todo el daño que me hiciste, y después de tan horrible infortunio nunca fui tan feliz como lo soy desde que huí corriendo de tu amor de telaraña y trampas venenosas hacia mi destino, nunca fui tuya ni de tus caprichos egoístas, no hay mal que por bien no venga, así que sufre con lo que yo gozo, "puritano" que dices que me "amabas".

 Tu prensa comprada, quería circo, pues eso le di, tu plan de ataque conmigo no funciona, ¿acaso crees que caí como una tonta, suicida e inocente, con tanta patada y tanto golpe cobarde que me diste?

 Aprendí más, mucho más que todo lo que con tu maldad pretendes ocultar.

 Ahora di lo que quieras, que para eso tienes boca, ahora sé que me harás quedar como la mala de tu historia, como lo hiciste siempre, soltando tu lengua viperina, haciéndote la víctima, el pobre hombre que mas bien a él lo maltratan y le golpeaban todos los días.

 Sigue adelante y que se revele lo que tienes dentro de ti, me dejaste tirada en el piso pero me levanté y ahora te veo como el cobarde que eres, y si me defiendo ¿estoy loca y soy mala no?. Todos los machistas y canallas tienen el mismo perfil, te quieren ver pisoteada y que te quedes inmóvil y muda.

 Sé que hablarás mil cosas falsas, no me importa, no soy esa que a los que son como tú le huyen y temen, ya no te tengo miedo, sé que te escondes, tiras la piedra y ocultas las manos.

 Ahora veo todo lo que pasé, y sólo me ha servido para ser más fuerte.

Dedico este relato testimonial a todas las mujeres que alguna vez han sufrido maltrato físico y tuvieron las agallas de enfrentarlo, confrontarlo, contarlo y denunciarlo.

¡No te dejes mujer, que sepan que se equivocaron que si le querían pegar a alguien jamás te lo debieron hacer a ti!

titre documents joints