Según el diario turco Hurriyet, la reciente liberación de los 49 rehenes turcos del Emirato Islámico –entre los que se hallaban el cónsul general turco en Mosul y varios soldados de las fuerzas especiales de Turquía– que estuvieron 101 días en manos de los yihadistas, es resultado de un intercambio que incluyó la liberación de los miembros del Emirato Islámico que estaban en manos de otro grupo yihadista en Siria.

Esta versión contradice la del Partido Comunista turco que estima que en realidad ya no había rehenes turcos desde hace tiempo y que todo este asunto no es otra cosa que un montaje de la administración Erdogan tendiente a justificar su posición política.

Tampoco concuerda con el hecho que, por otro lado, Turquía y Qatar se habían ofrecido como mediadores entre el gobierno libanés y el Emirato Islámico (ex EIIL) para negociar la liberación de los soldados y policías libaneses secuestrados en Ersal. En una conferencia de prensa, el primer ministro libanés Tammam Salam incluso agradeció públicamente a ambos países, a los que considera «cercanos» (sic) del Emirato Islámico.

Durante la toma de Mosul, en el norte de Irak, el Emirato Islámico había tomado prisionero a todo el personal del consulado turco en esa ciudad y los soldados turcos a cargo de la protección de ese personal. El gobierno turco mencionó recientemente su preocupación por esos rehenes para justificar su decisión de no participar en la coalición de Washington contra el Emirato Islámico.

Todo este asunto recuerda fuertemente el arresto, el 4 de julio de 2003, de 11 miembros de las fuerzas especiales turcas por parte del ejército estadounidense en Suleimaniyeh (Irak), cuyo resultado fue la no participación de Turquía en la invasión de Irak.

Todo eso permite plantear, con toda lógica, la hipótesis de que el Emirato Islámico retuvo a esas personas para que Turquía pudiera justificar su decisión de no intervenir, después de la cual los rehenes fueron rápidamente entregados a Turquía, que además no anunció la entrega hasta que no tuvo más remedio que hacerlo.

Resultado: Turquía conserva las excelentes relaciones que tenía con el Emirato Islámico antes de que este grupo yihadista iniciara la invasión de Irak.