¡Abominable crimen en Cajamarca!

La tragedia ocurrida en Cajamarca, pocos días atrás, con el abominable crimen del señor Fidel Flores, en una operación de desalojo a cargo de la Policía Nacional del Perú, representa un hecho inaceptable, preludio monstruoso de inconfesables abusos y una alerta a la ciudadanía peruana que sigue sin encontrar respuesta a su seguridad y mucho menos ahora cuando el responsable del hecho de sangre ¡ni siquiera será detenido en la cárcel!

Días atrás el ministro del Interior Urresti afirmó que en breve se establecerían las responsabilidades administrativas de lo acontecido en Cajamarca. ¿Fue un simple desalojo o se produjo la muerte de un ciudadano? ¿qué tiene que ver la administración con la trágica suerte de Fidel Flores? O el ministro tiene problemas serios para procesar la gravedad del asunto o estamos en el pórtico de una nueva política ¡a balazo limpio en todo el país!

La estupidez contribuye no poco a atizar indignaciones justificadas y so pretexto que eso constituye algún alivio para los deudos. Anunció la primer ministro, Ana Jara, que no debía haber impunidad en Cajamarca y se expresó así vía Twitter. ¿No era más fácil salir a la televisión en cadena nacional y pedir perdón por los desmanes de la PNP y que costó la vida de un hombre? Por mucho menos y para decir no pocas sandeces, sí aparecen en televisión pero cuando muere un hombre que no estaba robando nada sino defendiendo su propiedad ante un desalojo, nada de nada.

De un tiempo a esta parte, los miedos de comunicación en sintonía que no sorprende ya, usan lo expresado en Twitter por figuras y figurones de la mediocrísima política nacional y convierten tales "mensajes" en pronunciamientos filosóficos, sentencias de sabiduría infusa y discursos banales hacia el país. Ex presidentes rateros, personas que no han sido elegidas para nada y que manejan decenas de millones en presupuestos particulares, idiotas célebres por su falta de inteligencia, brindan sus pareceres por Twitter.

¿Qué espera el gobierno para poner mano dura con lo acontecido en Cajamarca? No hay forma de confundirse: a Fidel Flores le arrebataron de entre los vivos con violencia y por acción criminal.

¿Serán, de ahora en adelante, los desalojos ordenados por el Poder Judicial, igual en todas partes? O ¿estamos ante un castigo para con los pueblos del interior, verbi gracia, Cajamarca levantisca en su defensa por el medio ambiente y de férrea oposición al proyecto Conga? ¿puras coincidencias?

Ayer fue enterrado Fidel Flores y el efectivo policial que disparó, Norbil Gonzáles Silva, afrontará el proceso de investigación del grave suceso, en libertad. ¿No debió haber sido lo correcto internarlo en la cárcel como presunto homicida? Son insuficientes los anuncios que serán cambiados todos los mandos de la PNP en Cajamarca porque los que vengan ostentarán apellidos diferentes pero un accionar igual o peor por la consigna de castigar a los lugareños del norte andino.

¿Sabrá el ministro Urresti qué piensan los deudos de Fidel Flores? ¿cree que el alud de promesas o frases hechas, reemplazará la insondable amargura de estas personas? ¿no es así cómo se alimenta el divorcio entre la sociedad civil y las instituciones que debieran cuidar la seguridad por calles, avenidas y plazas de todo el Perú?

¿Y qué hay de los líderes de los clubes electorales, mal llamados partidos políticos? Es cierto que no representan a nadie, pero ¿cómo ante boberías de ningún calibre sí atiborran Twitter y Facebook con sus bufidos y NO enhebran protesta alguna por el crimen de Fidel Flores?

¡Ningún crimen tiene explicación! Es más fácil resbalar hacia riscos de violencia institucional con respuestas casi nunca pacíficas, que corregir y hacerlo de manera radical, el extremismo letal con que estando actuando las fuerzas del orden! ¿De motu proprio o por órdenes de quién o quiénes?

¡Guerra avisada, no mata gente! dice el aforismo. Estemos alertas.