Miles de turcos han salido este domingo a las calles de la ciudad de Antioquía, capital de la provincia sureña de Hatay, cerca de la frontera siria, para condenar el apoyo de Ankara y Washington al terrorismo en Siria.

Los participantes en la marcha, que se ha celebrado pese a no recibir el permiso por parte de las autoridades locales, han condenado la decisión del Gobierno turco de colaborar con EE.UU. en el entrenamiento de los opositores armados sirios.

Los manifestantes que portaban imágenes del presidente sirio, Bashar al-Asad, y banderas de Siria coreaban consignas contra las injerencias extranjeras en el país árabe.

“Apoyando a los terroristas asesinos en Siria y Oriente Medio, seremos cómplices de todas las masacres que llevan a cabo”, ha advertido Salih Beyaz, uno de los organizadores del acto durante un discurso.

Además, ha denunciado que desde el comienzo de la crisis en Siria en 2011, el Gobierno turco con sus políticas erróneas ha causado que un gran número de extremistas extranjeros pasen por Antioquía para llegar al territorio sirio.

Justo en el otro lado de la frontera, varios grupos terroristas, entre ellos Frente Al-Nusra, afiliado a Al-Qaeda, con el apoyo de la inteligencia turca y otros países regionales, tomaron el sábado el control de la ciudad siria de Yisr al-Shughur, en la provincia de Idlib (noroeste), donde han asesinado a al menos 30 civiles, en su mayoría mujeres y niños.


Guardias fronterizos turcos fraternizando con los terroristas del Estado Islámico.

Desde el inicio de la crisis en Siria en 2011, el Gobierno del presidente turco,Recep Tayyip Erdogan, se abstiene de desempeñar un papel constructivo en la lucha contra el terrorismo, e incluso ha brindado apoyo a los grupos extremistas con el fin de allanar el camino para el derrocamiento del Gobierno de Damasco, al que se opone firmemente.

El director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, aseguró el pasado 26 de febrero que para Turquía no es prioritario luchar contra el EIIL y que el 60 % de terroristas extranjeros que vienen a Siria pasa por la frontera turca.

Además, Ankara planea empezar en mayo a entrenar a los grupos armados que luchan contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad.

La ayuda de Turquía a los grupos extremistas ha provocado hasta la reacción del primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi, que instó el pasado mes de febrero a Ankara a impedir que su territorio se utilice como puerta de entrada de los terroristas a los países de la región.

Fuente: HispanTV, 26 de abril de 2015.