Condenado a 4 años y medio de cárcel después de ser encontrado culpable de haber transportado explosivos para perpetrar atentados en Líbano, el ex ministro libanés de Información Michel Samaha desmintió sus propias confesiones, el 16 de julio de 2015, durante su comparecencia ante la Corte militar de casación.

Samaha había sido encontrado culpable sobre la base de videos que supuestamente lo mostraban conversando con Milad Kfoury, informante de los servicios de seguridad libaneses, sobre detalles de atentados que iban a cometerse en el norte de Líbano contra la población civil y contra varias personalidades políticas.

También según aquellos videos, Samaha supuestamente revelaba que el presidente sirio Bachar al-Assad y el general Ali Mameluk, jefe de los servicios secretos sirios, le habían ordenado cometer los atentados. En sus confesiones, Samaha había afirmado haber tratado de cometer varios atentados en la frontera sirio-libanesa para provocar su cierre y detener así el paso de libaneses que reforzaban las filas de los Contras que trataban de derrocar la República Árabe Siria.

Michel Samaha exige ahora la publicación de aquellos videos y dice que no estaba en plena posesión de sus facultades cuando hizo aquellas confesiones.

Después del derrumbe de los testimonios en los que se basaba el caso Hariri, el caso Samaha era la única “prueba” que aún quedaba a los adversarios del presidente Assad para afirmar que su gobierno estaba implicado en un caso de terrorismo.

Este sorpresivo viraje del caso Samaha se produce sólo 3 días después de la firma del acuerdo entre Estados Unidos e Irán.

El proceso sobre el recurso de casación que podría anular la sentencia contra Samaha debe tener lugar el 17 de septiembre de 2015.