El parlamento regional del Kurdistán iraquí tuvo que suspender su reunión extraordinaria, el 20 de agosto de 2015, a causa del boicot decretado por el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), la formación política del clan Barzani.

Estados Unidos, el Reino Unido y la ONU están solicitando desde hace semanas al parlamento regional kurdo de Irak que reconduzca a Massud Barzani (En la foto) como presidente del Kurdistán iraquí, en vez de proceder a una reelección. Según sus embajadores, la actual coyuntura no es propicia para la aplicación de reformas y los kurdos de Irak deberían dar muestras de unidad para obtener el respaldo de la «comunidad internacional» frente al Emirato Islámico.

Washington incluso envió personalmente a Brett H. McGurk, asistente adjunto del secretario de Estado para Irak e Irán y segundo del general John Allen para la lucha contra el Emirato Islámico. Londres envió, por su parte, al embajador Frank Baker.

Según la nueva Constitución de 2005, el presidente regional del Kurdistán iraquí no está autorizado a competir por su propia sucesión. Massud Barzani es presidente regional del Kurdistán iraquí desde que Irak fue ocupado por la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, en 2003. Fue electo por primera vez en 2005 –antes de la adopción de la Constitución que estableció el límite de mandatos– y fue reelecto en 2009. En junio de 2013, violando esa Constitución, el parlamento regional decidió prorrogar su mandato por 2 años.

El clan Barzani se vinculó indisolublemente con el Mossad israelí desde los tiempos de la guerra fría y sigue representando actualmente los intereses de Israel en la región.

Entre el 27 de mayo de 2014 y el 1º de junio de ese mismo año, el gobierno regional kurdo presidido por Massud Barzani participó en las reuniones secretas de Amman (Jordania) donde se realizaron los preparativos para la invasión de Irak por parte del Emirato Islámico. Sus representantes allí fueron Azad Bervari y Masrur «Jomaa» Barzani, el jefe de los servicios de inteligencia del gobierno regional del Kurdistán iraquí.

Durante el inicio de la invasión de Irak por parte del Emirato Islámico y aprovechando la condena internacional que suscitaron las masacres perpetradas por los yihadistas, el gobierno regional del Kurdistán iraquí anexó discretamente los campos petrolíferos de Kirkuk e incrementó así en un 40% el territorio bajo su control.

En agosto de 2014, el gobierno regional del Kurdistán iraquí se abstuvo prestar ayuda a los kurdos yazidíes masacrados por el Emirato Islámico. Fueron 1 300 combatientes kurdos del PKK –provenientes de Turquía– y 500 combatientes kurdos de Siria miembros de las YPG (Unidades de Protección del Pueblo) quienes lograron salvar à más de 20 000 yazidíes en las montañas iraquíes de Sinjar.