Según la prensa turca, el presidente Recep Tayyip Erdogan está a punto de destituir a su primer ministro, Ahmet Davutoglu. Al parecer existe entre ellos una grave divergencia sobre la reforma constitucional, que eliminaría el cargo de primer ministro para implantar en Turquía un régimen presidencial.

De entrada, Davutoglu ha visto reducirse su influencia en el seno del AKP, el partido gubernamental, donde perdió –el 29 de abril– la posibilidad de nombrar los responsables regionales de esa formación.

Ya se dice que su sucesor será probablemente el actual ministro de Transportes, Binali Yıldırım –especialista en transporte marítimo y fiel seguidor del presidente Erdogan– o Berat Albayrak [ver foto], casado con la hija mayor del presidente, Esra Erdogan, y aupado en noviembre de 2015 al cargo de ministro de Energía.

Ahmet Davutoglu, quien fue un profesor universitario absolutamente desconocido del público, se ha convertido poco a poco en un popular político capaz de hilvanar inflamados discursos. Parece, por consiguiente, poco probable que se resigne a verse excluido de la vida política. Esto implica la posible aparición de una oposición interna en el seno del AKP.