Siguiendo instrucciones de mi Gobierno, deseo informarle sobre la atroz masacre de civiles pacíficos cometida por grupos terroristas armados en la localidad de Zarah (provincia de Hama).

El jueves 12 de mayo de 2016, al alba, unos terroristas del Frente Al-Nusra, Ahrar al-Sham y facciones aliadas llevaron a cabo una incursión en la localidad de Zarah (provincia de Hama) y masacraron brutalmente a los pacíficos civiles que residían en ella, matándolos mientras dormían, independientemente de que se tratara de niños, mujeres, ancianos o enfermos. Los terroristas mutilaron el cuerpo de las víctimas con una brutalidad que hiela la sangre. Antes de perpetrar la masacre, habían bombardeado la localidad con cohetes, granadas de mortero y “cañones del infierno”, que destruyeron viviendas y bienes privados y públicos. Muchos civiles inocentes murieron o resultaron heridos en el ataque inicial, mientras que otros fueron ejecutados en el puente de Ar-Rastan. Decenas de civiles más sufrieron heridas de distinta gravedad y los terroristas secuestraron a muchos de los residentes de Zarah, en su mayoría mujeres y niños, y los llevaron a un lugar desconocido.

Muchos grupos armados, que algunos Estados occidentales y otros Estados consideran “grupos armados moderados”, como el Frente Al-Nusra, el Movimiento Islámico Ahrar al-Sham, la Legión de Homs, Kata’ib Ahl al-Sunnah y los Ejércitos de Homs, anunciaron sin ningún reparo en sus páginas en medios sociales que eran responsables de esa sangrienta masacre. Asimismo, confirmaron que habían atacado Zarah y perpetrado la masacre conjuntamente, y que la habían planeado y acordado de antemano.

La atroz masacre cometida por los grupos terroristas armados forma parte de una serie de atentados terroristas sistemáticos perpetrados contra varias ciudades sirias bajo las órdenes directas de los regímenes extremistas y fundamentalistas de Riad, Ankara y Doha. El objetivo de esos atentados es frustrar los esfuerzos para poner fin al derramamiento de sangre siria y socavar las conversaciones de Ginebra, las medidas de reducción de las tensiones y el acuerdo de cese de las hostilidades en la República Árabe Siria. La vil masacre se perpetró en momentos en que los representantes de los Estados Unidos de América, Francia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Ucrania ante el Consejo de Seguridad se negaron a añadir al Frente Al-Nusra y Ahrar al-Sham a la lista mantenida por el Consejo en relación con los grupos, empresas y otras entidades terroristas. Eso indica que los Estados mencionados alientan los crímenes que comenten esas organizaciones e insisten en no tenerlos en cuenta y demuestra que esos Estados no se toman en serio la lucha contra el terrorismo ni los intentos por poner fin a los combates en la República Árabe Siria.

La masacre de Zarah es el resultado de la negativa del Consejo de Seguridad a condenar los brutales actos de terrorismo que cometen los grupos terroristas armados en toda la República Árabe Siria y de la negativa de algunos miembros del Consejo a adoptar sin dilación medidas disuasorias y punitivas contra los Estados y regímenes que apoyan y financian el terrorismo, como los regímenes de Riad, Ankara y Doha, que no han dudado en emplear el terrorismo, a distintos grupos terroristas armados y otros medios ruines para lograr sus infames objetivos.

El Gobierno de la República Árabe Siria afirma que esa vil masacre terrorista y otros atentados terroristas no lo disuadirán de seguir cumpliendo con su deber de luchar contra el terrorismo y tratar de lograr una solución política a la crisis siria mediante un diálogo entre los sirios dirigido por los sirios, que dé lugar a la eliminación del terrorismo; la reconstrucción de lo que destruyeron los terroristas y sus aliados, sus apoyos financieros y sus partidarios; y el restablecimiento de la seguridad y la estabilidad para el pueblo sirio.

El Gobierno de la República Árabe Siria exhorta al Consejo de Seguridad y al Secretario General a que condenen de inmediato esa masacre cometida por terroristas y pide al Consejo de Seguridad que cumpla su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales mediante la adopción inmediata de medidas preventivas y punitivas en relación con los regímenes y Estados que apoyan y financian el terrorismo, como la Arabia Saudita, Turquía y Qatar. El Consejo debe impedir que esos Estados sigan financiando el terrorismo y socavando la seguridad y la paz internacionales y obligarlos a aplicar plenamente las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, como las resoluciones 2170 (2014), 2178 (2014), 2199 (2015) y 2253 (2015).

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.

(Firmado) Bashar Ja’afari
Embajador
Representante Permanente