I. Si de 1940 a 1982 se puso en marcha la Contrarrevolución; y de 1982 a 2015, la implantación del neoliberalismo económico que radicalizó la contrarrevolución, manipuló los fines políticos de la democracia representativa y limó los filos constitucionales de las conquistas sociales, tenemos como hecho histórico el proceso propiamente Revolucionario de 1910 a 1940; período en que centra el historiador Alan Knight su libro La revolución cósmica. Utopías, regiones y resultados. ¿Cósmica? ¿Acaso por considerarla una revolución mundial y porque se generó como orto y ocaso de una crisis que mezcló “varios Méxicos”, para crear una revolución? Así parece tras la lectura de los textos de quien se ha ocupado de la historia mexicana: La revolución mexicana. Del porfiriato al nuevo régimen constitucional; La conflictiva y nunca acabada construcción de la democracia deseada: México en perspectiva histórica y comparada, etcétera, que lo han hecho un estudioso antidogmático de la utopía y realidad en esos 30 años de la caída del porfiriato, la irrupción maderista, el interregno del golpismo huertista, y del carrancismo al cardenismo.

II. Al parecer directamente escritos en español –pues no señala traductor– los textos nos muestran una interpretación novedosa del movimiento que tiene su antes y después con la promulgación de la Constitución de 1917 que reformó a la de 1857; y a la que Knight no da mucha importancia. Los capítulos son: Revisionismo, antirrevisionismo y política; ¿Hay espacio para una nueva interpretación de la Revolución mexicana?; Nación, región y patria chica en la Revolución mexicana; El utopismo y la Revolución mexicana; ¿Fue un éxito la Revolución mexicana? La respuesta a esta pregunta es que sí fue un éxito, a pesar de sus fracasos, porque en términos generales removió un sistema caduco. También nos invita a reflexionar sobre ese pasado del que quedaron resabios económicos y sociales que aún perduran, como un capitalismo que, renovado por el neoliberalismo económico, recreó los males de esa época en la pobreza actual. “La Revolución maderista fue obra de una coalición amplia, fluida y efímera, unida en una oposición común al porfiriato; comenzó como un movimiento político-electoral en 1909-1910 y… cambiando tanto de dirección como de carácter, se volvió un movimiento revolucionario, armado, improvisado, que, hacia la primavera y verano de 1911, abarcó una gran parte del país… los varios Méxicos”.

III. No obstante los levantamientos obreros de mineros y textileros en Cananea y Veracruz, el autor no concede al movimiento mayor explosión proletaria y sí más campesina; y es que “la revolución de 1910 tuvo una participación obrera muy limitada”. Ésta es una interpretación moderna de una Revolución que logró la unión del país en torno a una causa: el derrocamiento del viejo régimen; escuchar reclamos sociales y el pensamiento de los Flores Magón, dándole contenido ideológico a lo que Orlando Fals Borda llamó: la revolución inconclusa de 1910-1940 (Las revoluciones inconclusas en América Latina: 1809-1968). Alan Knight nos lleva a reconocer a la Revolución de 1910 a 1940, como una de dimensión universal, aunque diga que no logró la transformación de México y éste siguió siendo capitalista a pesar de las Reformas de Cárdenas, más radicales que las de Calles. Y usando la metáfora del péndulo, dice. “Hoy el péndulo va en otra dirección; qué tan lejos, por cuánto tiempo y con cuáles resultados, no me atrevo a predecirlo, ya que, como historiador, mi tarea es tratar de entender el pasado, no prever el futuro”.

Ficha bibliográfica:
Autor: Alan Knight
Título: La Revolución cósmica. Utopías, regiones y resultados, México: 1910-1940
Editorial: Fondo de Cultura Económica. 2015

Fuente
Contralínea (México)