Hillary Clinton sufrió un desfallecimiento durante la ceremonia de conmemoración de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y tuvo que retirarse del evento. Una hora después apareció nuevamente en público, portando gafas oscuras, y afirmó que se sentía bien.

El análisis de las imágenes muestra que la persona que se mostró al público una hora después del incidente no es la señora Clinton. Si bien se pudiera discutir interminablemente –a pesar de las gafas– sobre las arrugas de su rostro, es evidente que el tamaño de la pelvis no corresponde en lo absoluto.