Me dirijo a usted en respuesta a la declaración formulada por el Representante Permanente delIrak ante las Naciones Unidas, en el contexto del debate que tuvo lugar tras la exposición informativa sobre la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak, presentada en la 7804ª sesión del Consejo de Seguridad, el 9 de noviembre de 2016 (S/PV.7804). En ese debate, el Representante Permanente de Irak lanzó acusaciones infundadas contra Turquía.

No hace mucho tiempo, respondí a la carta de fecha 14 de octubre de 2016 dirigida al Presidente del Consejo de Seguridad por el Ministro de Relaciones Exteriores de Irak (S/2016/870, anexo), que contenía alegaciones similares. Sin embargo, el 9 de noviembre de 2016, el Representante Permanente de Irak adoptó un tono aún más agresivo contra Turquía.

Es lamentable que Irak haya adoptado la costumbre de hacer uso indebido de todas las oportunidades que se le presentan en el Consejo de Seguridad para resolver sus diferencias bilaterales con Turquía. Desde diciembre de 2015, cuando el Consejo de Seguridad debatió por primera vez las actividades de adiestramiento militar de Turquía en Bashiqa, se han examinado a fondo los puntos de vista de Irak y Turquía sobre ese campamento.

En la actualidad, se están celebrando consultas sobre la forma más eficaz de convertir el campamento de Bashiqa en instalaciones militares para la Coalición Mundial de Lucha contra el Estado Islámico de Irak y el Levante. Tras cuatro rondas de conversaciones entre los dos países, Turquía está examinando actualmente la contrapropuesta presentada por escrito por Irak.

Irak se enfrenta a desafíos existenciales, el más importante y urgente de los cuales es la operación de Mosul en curso. En esta coyuntura crítica, nada puede ser más perjudicial para los intereses de Irak que desviar la atención de la comunidad internacional de esta operación.

Habida cuenta de la gravedad de las acusaciones formuladas por el Representante Permanente de Irak en la reunión informativa del Consejo de Seguridad, tengo la obligación de rechazar oficialmente esas alegaciones falsas y dejar constancia de la opinión de Turquía sobre esa cuestión.

El Estado Islámico en Irak y el Levante (Daesh) plantea una amenaza directa para la seguridad nacional de Turquía. Por lo tanto, Turquía ha venido luchando eficazmente contra esa organización terrorista de forma individual y como parte de la Coalición Mundial.

También considero que es necesario arrojar luz sobre los acontecimientos que llevaron a la aparición del Daesh en Irak. La difícil situación actual en Irak ha sido principalmente el resultado de los propios errores de ese país. Las políticas de exclusión sectaria y étnica, la marginación de determinados grupos y la concentración de poder en el Gobierno central a expensas del sistema federal previsto en la Constitución han creado las condiciones que ha aprovechado el Daesh.

Estas políticas han infligido graves daños ante todo a las fuerzas armadas de Irak. El ejército iraquí no hizo ningún esfuerzo por defender Mosul y se desvaneció cuando el Daesh entró en la ciudad en junio de 2014. En consecuencia, el Daesh ocupó un tercio de Irak sin encontrar resistencia y, dos años después, todavía controla gran parte de Mosul. En estos dos años, el Daesh ha aterrorizado a la población de Irak y ha lanzado ataques terroristas en detrimento de la seguridad regional e internacional.

Lamentablemente, el Gobierno de Irak no ejerce su soberanía sobre algunas zonas de Irak. En esas zonas operan múltiples organizaciones terroristas, que causan una gran desestabilización tanto en el interior como en el exterior de la región. Dos de esas organizaciones, el Daesh y el Partido de los Trabajadores Kurdos, están presentes en algunas zonas de Irak y constituyen una amenaza directa para la seguridad nacional de Turquía.

Ningún otro país de la región ha sufrido más que Turquía por la falta de autoridad en la parte septentrional de Irak. Los grupos terroristas armados que actúan libremente en Irak y se infiltran en territorio turco para llevar a cabo sus ataques siguen poniendo en peligro la seguridad de Turquía y la seguridad y el bienestar del pueblo turco.

Por lo tanto, apoyamos y reconocemos la importancia de la integridad territorial y la unidad política de Irak. Estamos convencidos de que solo mediante el restablecimiento de su plena autoridad y soberanía sobre todo su territorio podrá Irak poner fin a las amenazas a la seguridad de su territorio, su pueblo y sus países vecinos.

Turquía es un firme miembro de la Coalición Mundial de Lucha contra el Estado Islámico de Irak y el Levante. También estamos prestando asistencia bilateral sólida y de amplio alcance, incluido socorro humanitario, al Gobierno de Irak, al Gobierno Regional de Kurdistán y a algunos grupos locales, con el fin de consolidar su capacidad en la lucha contra el Daesh y otros grupos terroristas.

Más de 300.000 ciudadanos iraquíes se han refugiado en territorio turco desde la ocupación llevada a cabo por el Daesh en 2014, y Turquía sigue estando especialmente preocupada por la posibilidad de otra gran crisis humanitaria en el norte de Irak. Desde el inicio de la operación de Mosul, hemos proporcionado asistencia humanitaria a los iraquíes.

Por lo tanto, las alegaciones infundadas expresadas por el Representante Permanente de Irak no reflejan la verdadera naturaleza del enfoque de Turquía con respecto a Irak ni tampoco favorecen el espíritu de amistad duradera entre Turquía e Irak.

Quisiera reiterar nuestra convicción de que el diálogo y la diplomacia son la única opción para resolver las cuestiones bilaterales entre Turquía e Irak.

Turquía mantiene el compromiso de seguir avanzando por ese camino y está igualmente decidida a adoptar todas las medidas necesarias para su legítima defensa con arreglo al derecho y los principios internacionales.

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir esta carta como documento del Consejo de Seguridad.

Fuente : S/2016/973