En Siria, las fuerzas armadas rusas han logrado compensar la retirada de 3 escuadrillas de bombarderos ligeros con el uso de modernos misiles lanzados desde sus navíos de guerra.
Las acciones militares de Rusia contra los terroristas del Emirato Islámico (Daesh) en Siria han sorprendido al mundo entero. Luego de acabar con el mito de que la aviación rusa sería incapaz de realizar golpes aéreos con armas de precisión, Rusia está echando por tierra otra leyenda: la que pretende que la flota rusa se compone de barcos viejos y mal armados en comparación con los de las flotas de las potencias occidentales.
A finales de octubre, el Ejército Árabe Sirio había logrado cercar y aislar completamente entre 7 000 y 10 000 yihadistas del Frente Fatah al-Sham (nuevo nombre del Frente al-Nusra, la rama siria de al-Qaeda) y del Emirato Islámico en el este de Alepo.
A raíz del éxito de esa operación, la ofensiva del Ejército Árabe Sirio en el este de Alepo, que dejó más 1 000 muertos entre los hombres de Fatah al-Sham y de Yesh al-Fatah, abrió grandes brechas en las defensas de los mercenarios yihadistas. El Ejército Árabe Sirio pudo así introducir blindados a través de esas brechas y lograr un considerable avance.
Lo único que podía obstaculizar el éxito del Ejército Árabe Sirio era el envío a los yihadistas de refuerzos provenientes de las demás fuerzas yihadistas concentradas en una zona de la gobernación de Idlib, a 30 o 40 kilómetros de Alepo. En esa zona se concentran alrededor de 20 000 yihadistas, parte de ellos entrenados y armados en el marco de las operaciones encubiertas de la CIA y el Pentágono. Para impedir el movimiento de mercenarios yihadistas de ese lugar hacia el oeste de Alepo, Rusia decidió reforzar sus medios aéreos tácticos desplegados en Siria con un grupo naval capaz de garantizar golpes de alta precisión.
El grupo naval ruso recientemente desplegado en el Mediterráneo oriental se compone del portaviones Almirante Kuznetsov, del crucero nuclear Pedro El Grande, de los destructores Severomorsk y Vicealmirante Kulakov y de la fragata Almirante Grigorovitch.
El portaviones ruso Almirante Kuznetsov, de 60 000 toneladas de desplazamiento, lleva a bordo 14 aviones multipropósito Su-33, 4 MiG-29K (aunque podría embarcar 20 Mig-29K/KUB), 4 aviones de entrenamiento y ataque terrestre Su-25UTG/UBP y 14 helicópteros de lucha contra submarinos Kamov Ka-27PLO. Cada uno de los aviones del Almirante Kuznetsov está armado con 2 misiles aire-tierra de los tipos Kh-29 L/T y Kh-25 T, guiados por haz de laser y cámara, que pueden ser lanzados a 10 000 metros de altitud y a 10 o 12 kilómetros del blanco seleccionado.
El portaviones Almirante Kuznetsov dispone además de otros medios ofensivos, como los misiles antibuque P-700 Granit, con un radio de acción de 625 kilómetros, que vuelan a entre Mach 1,6 y 2,5 y que pueden ser utilizados también contra blancos terrestres.
El crucero Pedro El Grande también está equipado con misiles P-700 Granit, mientras que los destructores Severomorsk y Vicealmirante Kulakov disponen de misiles P-270 Moskit, con un radio de acción de 250 kilómetros y capaces de volar a Mach 2,5 (2 800 km/h), que también ser utilizados contra blancos terrestres. La fragata Almirante Grigorovitch está armada con misiles crucero Kalibr, cuyo radio de acción es de 1 400 o 2 500 kilómetros, y con misiles Oniks cuyo radio de acción es 600 kilómetros y vuelan a Mach 2,5.
Los navíos de guerra rusos que componen el grupo naval desplegado en el Mediterráneo oriental llevan alrededor de 1 000 misiles que pueden ser utilizados contra los yihadistas. Gracias a la mejoría de sus relaciones con Turquía, Rusia puede reemplazar diariamente los misiles utilizados desde esos navíos recurriendo al uso de los navíos de transporte que transitan por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos.
La distancia entre la zona de concentración de los mercenarios yihadistas, en la gobernación de Idlib, y la posición del grupo naval ruso se sitúa entre 100 y 150 kilómetros. Los mercenarios yihadistas de Idlib están por consiguiente a tiro del grupo naval ruso, al igual que el oeste de Alepo. Si las 2 escuadrillas de bombarderos ligeros rusos que se mantienen en operaciones en la base siria de Hmeymim pueden utilizar entre 72 y 80 bombas o misiles al día, el grupo naval ruso también puede usar cotidianamente esa misma cantidad de armamento con las 2 escuadrillas de aviones del portaviones Almirante Kuznetsov. Y los 100 misiles mar-tierra de diferentes tipos disponibles a bordo del portaviones Almirante Kuznetsov, del crucero Pedro El Grande y de los destructores y fragatas también pueden ser utilizados contra los yihadistas.
En definitiva, Rusia prosigue así las operaciones en Siria sin necesidad de volver a desplegar en ese país las 3 escuadrillas de bombarderos ligeros retiradas de la base aérea de Hmeymim el 14 de marzo de 2016.
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