El césped, la iluminación, las gradas, y sobre todo el cobro de taquilla del estadio Alberto Córdova, el Chivo, de la Universidad Autónoma del Estado de México (Uaemex), se pusieron a disposición del Club Deportivo Toluca para que jugara de local los torneos de liga y copa Clausura 2016 organizados por la Federación Mexicana de Futbol Asociación sin contrato ni pago de por medio.

Valentín Diez Morondo, consejero de empresas como Kimberly Clark, OHL, Banamex, Telefónica, Zara, Grupo México, Mexichem, entre otros, es dueño del conjunto escarlata y hombre admirado por el rector Jorge Olvera García, quien extendió la invitación para que los diablos se pudieran alojar en la Uaemex mientras se realizaban las obras de remodelación del estadio Nemesio Diez.

“Estoy atento y desde aquí le digo al señor Valentín Díez [dueño] y [a] Jesús Vallejo [presidente] que cuentan con la Universidad Autónoma del Estado de México para que, eventualmente, y en caso de ser necesario, ponemos a su disposición el estadio”, le dijo entusiasmado Olvera García al reportero Octavio Rivas en 2014, cuando la reconstrucción de la también llamada Bombonera aún era sólo un rumor (“La Universidad Autónoma del Estado de México ofreció su cancha al Toluca”, ESPN, 6 de agosto de 2014).

El primer regalo que recibió el nuevo regente honorario fue la apertura de las instalaciones universitarias para la explotación abierta en favor de su equipo… mientras terminaba de remodelar su propio estadio”

Fue hasta el siguiente año en que el club anunció las obras como parte del festejo por el centenario de su fundación. Primero aseguró que los trabajos se realizarían a la par de las competencias, y así fue durante 2015 y la primera mitad de 2016.

Después se comunicó que siempre sí se tomaría la palabra del rector. Originalmente, el inmueble universitario sería prestado por un par de jornadas: la cuarta y quinta, contra el Pachuca de Carlos Slim y Jesús Martínez, y los Tigres de Cemex, respectivamente. El plazo se corrió en los hechos un juego más, ante el Morelia, de Ricardo Salinas Pliego.

Sin embargo, el 29 de agosto se dio una explosión en plenas labores detrás de la tribuna de palcos. El inmueble lucía en estado primario, imposible de alojar un evento. Entonces, el 6 de septiembre, un nuevo comunicado fue emitido desde la cuenta de Twitter del club: el resto del torneo se jugaría en la cancha del Chivo Córdova, pero, eso sí, “todos y cada uno de los boletos” saldrían a la venta.

La Uaemex sería su casa hasta 2017, ante el beneplácito de las autoridades universitarias. Y así fue: el conjunto escarlata jugó como local ahí ocho partidos de liga regular y cinco de copa.

El estadio cuenta con una capacidad de 32 mil personas, y fue remodelado en 2011 para la Universiada Nacional. Es considerado como uno de los símbolos del trabajo de Leopoldo Flores Valdés, fallecido en abril de 2016, por el mural (Aratmósfera) que cubre sus gradas.

El primer equipo que el Toluca recibió ahí tras el anuncio de la extensión del plazo fue a las Chivas, de Jorge Vergara. Y lo primero que hizo fue subir los precios de las entradas a 300 y 600 pesos, el triple de lo que cobraría para el resto de los juegos.

Siguieron el León, también de Slim y Martínez; Pumas, del patronato cuya cabeza más visible es la familia Quintana y el mismo Slim; Tijuana, de Jorge Hank; y Santos, de Orlegi Deportes, cuya cara pública es Alejandro Iraragorri.

En copa visitaron el Chivo Córdova Lobos Buap; Xolos y León, otra vez, Puebla de la familia López Chargoy y Querétro de Olegario Vázquez Raña. Los diablos empataron en la mayoría de los juegos, vencieron a Pumas y Guadalajara y cayeron en penales en las semifinales de copa.

Todo ocurrió sin haber nada firmado entre la Uaemex y el conjunto de Valentín Diez, afirma la propia universidad mexiquense en respuesta a la solicitud 00598/UAEM/IP/2016, presentada por este semanario.

Ello parece no preocupar a la cúpula universitaria: el propietario es amigo distinguido de los actuales administradores. Incluso unos días antes de ocurrir la explosión de gas en la Bombonera, el Aula Magna Licenciado Adolfo López Mateos de la Uaemex explotó en aplausos para vitorear a Diez Morondo, quien recibió de manos del rector Jorge Olvera el título de rector honoris causa.

“La universidad aquilata su calidad gracias al dinamismo de sus integrantes, a sus aportaciones y sus contribuciones, por ello es usted a partir de hoy rector honoris causa de nuestra institución”, exclamó en el acto Olvera García.

Tras los abrazos, las fotografías y la envestidura, el primer regalo que recibió el nuevo regente honorario fue la apertura de las instalaciones universitarias para la explotación abierta en favor de su equipo, mientras terminaba de remodelar su propio estadio.

Contralínea solicitó conversar tanto con la directiva del Toluca, incluido Valentín Diez, como con el rector Olvera. No hubo respuesta.

Fuente
Contralínea (México)