Nueva Zelanda acaba de presentar un proyecto de resolución sobre Siria en el preciso momento en que el primer ministro neozelandés, John Key, anunciaba su demisión a sus conciudadanos.

El proyecto neozelandés exige un alto al fuego inmediato bajo control internacional y solicita a los Estados que apoyan al Emirato Islámico (Daesh) y al-Qaeda que cesen de hacerlo… sin precisar ningún tipo de control sobre esta “solicitud”.

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, denunció este texto como una provocación tendiente a sabotear los sinceros esfuerzos de otros Estados a favor de la paz.

Se ignora si John Key llegó a ver ese texto antes de dimitir.