II. Lo cierto es que debe leerse esta tan punzante, veraz y completísima investigación que parece de novela histórica; y que en muchos sentidos lo es. Pero, sobre todo un trabajo a conciencia rastreando la trayectoria de este incansable creador de negocios. Y es que a través de sus 11 capítulos, un corto epílogo, su abundante bibliografía, las notas y el índice onomástico, es por donde desfilan los nuevos ricos, millonarios y hasta multimillonarios que aprovecharon el final del porfirismo, la Revolución, la posrrevolución y la contrarrevolución (ésta desde Alemán a Peña). Uno de ellos, el primero, fue William Oscar Jenkins que se hizo famoso como “el señor Jenkins”. Y tal y como nos lo cuenta su biógrafo, fue un conquistador económico. Un neocapitalistas para quien “la corrupción era igualmente esencial para la operación de su negocio de importaciones” y para todas sus demás actividades de transacciones y transas, por medio de las cuales invirtió y amasó una cuantiosa fortuna, desde Puebla, su residencia y centro de operaciones financieras, hasta donde le dio la gana expandirse.

III. “Durante sus 6 décadas agitadas, la carrera de Jenkins revela la sorprendente continuidad del capitalismo mexicano. Expone las rutas para hacer dinero, durante y después de la Revolución, disponibles para aquellos con conexiones políticas”. Asegura el investigador, que “el mexicano (libanés) más rico de nuestras días” (Carlos Slim Helú) tuvo en Jenkins “una especie de mentor”. Y es que: “Tanto Jenkins como Slim demostraron talento para comprar a precios de ganga” (Telmex, verbigracia, con la complicidad de Salinas de Gortari; y esto lo dice el suscrito de esta nota). “Y ambos, parece, fueron expertos en proteger y expandir sus monopolios por nexos políticos”. Sobre esa riqueza y su concentración, las élites políticas-administrativas se hicieron benefactores: ricos por complicidad y rateros. Y por debajo de todo eso la pavorosa pobreza, miseria, desigualdad, corrupción, impunidad… que impiden el desarrollo económico, político y social del país. Lo cual inevitablemente persiste, de Jenkins a Slim. La excelente traducción es de Sandra Strikovsky.

Ficha bibliográfica:

Autor: Andrew Paxman

Título: En busca del señor Jenkins

Editorial: Debate-CIDE, 2016

Álvaro Cepeda Neri