La ciudad de Mosul, en Irak, ha sido liberada y gran parte de Raqqa, en Siria, también escapa ya al control de los yihadistas mientras que decenas de miles de elementos armados del Emirato Islámico (Daesh) han muerto en los combates y otros, que también se cuentan por decenas de miles, huyen ante las ofensivas desatadas contra ese grupo yihadista.

Sin embargo, el Califato pagó sus salarios de este mes a un total de 19 000 yihadistas armados: 7 000 en Irak y 12 000 en Siria.

Cuando se lanzó a la conquista de Irak y Siria, en 2014, Daesh, que sólo es uno entre tantos otros grupos yihadistas, decía disponer de 40 000 combatientes. También recibió en aquel momento el apoyo de 80 000 miembros de la Orden de los Naqchbandis –principalmente ex soldados iraquíes de la época de Saddam Hussein– y de 120 000 combatientes de diferentes tribus sunnitas iraquíes. O sea que disponía de 240 000 combatientes cuando se proclamó el Califato.