Desde finales de 2011, numerosas manifestaciones contra el régimen de Arabia Saudita han tenido lugar en la ciudad portuaria saudita de Qatif, en la costa del Golfo Pérsico, y hace 3 meses que las «Aguilas de Nayef», la unidad de la policía saudita que reprimió las protestas populares en Bahréin, «mantienen el orden» en esa ciudad.

Recurriendo al uso de blindados y bombardeando a los rebeldes de Al-Awamia, la policía saudita ha destruido totalmente el barrio de Musawara y se dispone a tomar por asalto el barrio de Chuweikat.

Los manifestantes son chiitas mientras que los policías de las «Aguilas de Nayef» son todos wahabitas.

El 2 de enero de 2016, la monarquía absolutista de Arabia Saudita decapitó al jefe de la oposición nacional, el jeque chiita Nimr Baqr al-Nimr, aunque este último se había declarado firmemente contrario a la violencia. No existe, por tanto, a falta de una representación de la oposición, ninguna de posibilidad de diálogo entre los rebeldes y la monarquía saudita.

La ONU contempla en silencio la masacre que tiene lugar en Qatif mientras que la monarquía saudita prepara la abdicación del rey Salman y la entronización de su hijo, el príncipe Mohammed.