El líder chiita iraquí Moqtada al-Sadr se reunió en Riad con el príncipe heredero saudita Mohamed ben Salman (ver foto). Posteriormente viajó a los Emiratos Árabes Unidos, donde también tuvo un encuentro con el príncipe heredero Mohammed ben Zayed Al-Nahyan.

Moqtada al-Sadr respalda al ex primer ministro iraquí Nuri al-Maliki y se opone a la influencia de Irán sobre la comunidad chiita iraquí.

El peso que ha adquirido Moqtada al-Sadr constituye una buena noticia para Irak ya que Sadr es uno de los garantes de la unidad nacional frente a las presiones separatistas provenientes de Irán –pro-chiita–, de los gobiernos pro-sunnitas de Arabia Saudita y Turquía, así como de Israel –favorable a los kurdos.

Es sin embargo una mala noticia para Siria ya que, en abril pasado, Sadr llamó a la dimisión del presidente sirio democráticamente electo Bachar al-Assad, lo cual es para el líder chiita una manera de vincularse nuevamente a los ex baasistas iraquíes, históricamente en guerra contra el Baas sirio.