Según lo prometido por el presidente del Kurdistán iraquí, un referéndum sobre la independencia de un Estado denominado «Kurdistán» tendrá lugar el lunes 25 de septiembre de 2017.

Ese «Kurdistán» abarcaría la actual región del Kurdistán iraquí así como los territorios que esa región anexó en 2014, en coordinación con el Emirato Islámico (Daesh), y de los cuales expulsó a los grupos étnicos no kurdos para garantizar que los pobladores kurdos fuesen mayoría, como actualmente ocurre.

En el momento de la caída del Imperio Otomano, Estados Unidos consideraba que esas regiones podrían unirse al “Kurdistán” cuya creación habían proclamada mediante el Tratado de Sevres –en 1920. Pero este fue posteriormente disuelto –en 1923– durante la Conferencia de Lausana. La Comisión King-Craine determinó en aquel momento que los kurdos eran minoría en el actual Kurdistán autónomo iraquí así como en los territorios anexados por esa entidad.

En el referéndum, los electores iraquíes tendrán que responder a la pregunta:
«¿Quiere usted que la Región del Kurdistán y las zonas del Kurdistán fuera de la competencia de la Región se conviertan en un Estado independiente?»

Para la realización de ese referéndum serán considerados como electores los pobladores actuales de la región del Kurdistán iraquí y los de los territorios anexados por esa región que cumplan las siguientes condiciones:
 tener más de 18 años;
 haberse registrado como elector antes del 7 de septiembre;
 también podrán participar las personas originarias de las regiones incluidas en el referendo que se hayan inscrito previamente para votar electrónicamente.

Los demás iraquíes no podrán participar en el referéndum.

El jefe del clan Barzani y presidente del actual Kurdistán iraquí, Massud Barzani, se comprometió a que su prensa y su partido no acusen de «traición» a los electores que se pronuncien a favor de seguir siendo parte de Irak.

Las elecciones realizadas anteriormente en el Kurdistán iraquí y su actual presidencia no responden a los criterios democráticos reconocidos internacionalmente. Por ejemplo:
 En 1992 esa región contaba 971 953 votantes, que en un solo decenio se convirtieron en 2 129 846.
 En 1991, después de intervención militar internacional contra la invasión iraquí en Kuwait, Estados Unidos y el Reino Unido ocuparon militarmente el Kurdistán iraquí, donde se constituyó entonces un gobierno conformado simultáneamente por el pro-occidental Massud Barzani y el pro-iraní Jalal Talabani. Pero Barzani solicitó al entonces presidente de Irak, Saddam Hussein, que combatiera a los hombres de Talabani, lo cual hizo Saddam Hussein –bajo la atenta mirada de los anglosajones. Finalmente, en 1998, se firmó en Washington un acuerdo de paz que dividía la región en dos partes. En 2003, después de la invasión contra Irak y del derrocamiento de Saddam Hussein, los occidentales impusieron a Massud Barzani como presidente (otra vez sin elecciones) de toda la región, con la condición de que incorporara a Talabani en su gobierno. Barzani fue finalmente electo presidente de la región, en junio de 2005, y posteriormente reelecto, en junio de 2010. Aunque su mandato expiró en junio de 2015, Massud Barzani se mantiene aún en el poder, y ya cuenta 26 años seguidos como presidente del Kurdistán iraquí.
 El parlamento regional kurdo, contrario a la ausencia de elección presidencial, dejó de reunirse.

La Comisión Electoral aplicará una regla muy particular al conteo de votos en las zonas anexadas:
 si los «electores» votan mayoritariamente «», serán integrados al nuevo Estado independiente;
 si votan «No», seguirán siendo parte de Irak, pero sus votos serán descontados del conjunto de votos para que los electores del actual Kurdistán iraquí puedan obtener la independencia de todas maneras.

El proyecto de creación de un Kurdistán independiente en Irak fue presentado, en 2004, por el entonces senador –y posteriormente vicepresidente de Estados Unidos– Joe Biden. En el plano internacional solo ha logrado respaldo oficial de Israel.