El general ruso Igor Kirilov confirmó, el 25 de agosto de 2017, que la Federación Rusa acaba de desmantelar 2 instalaciones de armas químicas dell Ejército Árabe Sirio que aún estaban en manos de los yihadistas.

La República Árabe Siria desmintió toda implicación de sus fuerzas armadas en el ataque químico denunciado en agosto de 2013 en el este del cinturón verde de la capital siria. Damasco confirmó entonces que desde los años 1950 estaba en posesión de un arsenal químico pero que no disponía de los medios necesarios para destruirlo. Seguidamente, el gobierno sirio firmó el Tratado de Prohibición de Armas químicas y confió a Rusia y Estados Unidos el desmantelamiento de sus instalaciones y la destrucción de ese armamento.

El proceso se aplicó a 25 instalaciones pero quedaban 2, cuya localización no ha sido revelada, que se hallaban bajo control de los yihadistas. Esas 2 instalaciones acaban de ser recuperadas y desmanteladas.

Los Estados contrarios a Siria y sus medios de prensa han acusado reiteradamente a Damasco de haber perpetrado ataques químicos, a pesar de que las instalaciones bajo control sirio ya habían sido desmanteladas y de que su arsenal químico fue entregado y destruido bajo la supervisión de Rusia y Estados Unidos.

En cuanto a las dos últimas instalaciones desmanteladas, Rusia transmitió toda la información pertinente a la OPAC, el órgano internacional a cargo de la aplicación del Tratado de Prohibición de Armas Químicas.

En todo el mundo, sólo dos países se mantienen al margen del Tratado de Prohibición de Armas Químicas y conservan actualmente importantes arsenales químicos. Esos dos países son Egipto e Israel.