Imaginación, esfuerzo y realidad como alternativas

San Isidro, 19 de julio de 2017

Señor Pedro Pablo Kuczynski
Presidente Constitucional de la República
Presente

Referencia: Carta del 3 de abril de 2017–Gasoducto del Sur

Señor Presidente:

Me es muy grato saludarlo y en atención a la referencia, deseo proponerle y analizar dos alternativas, para solucionar este problema:

Alternativa 1
El Batallón de Trabajadores Nro.1, al mando del Coronel Roberto Dianderas Chumbiauca, construyó el Puente 24 de Julio sobre el río Marañón en Corral Quemado, fue una gran obra de ingeniería y abrió paso a Bagua, Jaén, Yurimaguas y a toda la Selva del Norte.

De igual manera el Batallón de Trabajadores Nro. 2, al mando del Teniente Coronel Alberto Málaga Álvarez, con sede en Neshuya, reconstruyó la Carretera Tingo María-Pucallpa, la tuvo transitable por varios años hasta que se construyó la nueva carretera.

El Gasoducto del Sur hasta donde está, ha sido construido 95% por contratistas, sub contratistas y obreros peruanos, excepto los soldadores, a los que hay que recontratar, los brasileros solamente trajeron las cabezas al Gasoducto que ahora está paralizado por el tema de Odebrecht.

La solución de paralizarla es la menos apropiada porque ha puesto fuera de trabajo a más de 10,000 familias de obreros peruanos y ha mandado a la quiebra a más de 1,000 contratistas y sub contratistas peruanos que compraron maquinaria, equipos, vehículos, etc., basados en el contrato que tenían. Les han cancelado el contrato y no les pagan; consecuentemente, ellos tampoco pagan sus obligaciones a los bancos que los están embargando quitándole sus equipos y sus casas a los que dieron sus viviendas en garantía.

Igual como los Batallones de Trabajadores Nros. 1 y 2 construyeron las carreteras más difíciles del Perú en esa época, asimismo ahora un batallón de trabajadores o ingenieros puede hacerse cargo de la administración y ejecución del Gasoducto del Sur.

Hay 20 batallones de trabajadores y de ingenieros, que no tienen nada, nada que hacer y están perdiendo su entrenamiento y capacidad, que en caso de emergencia o necesidad, puedan actuar con eficiencia, solamente hacen trabajos pequeños de carreteras máximo de 20 kilómetros en las provincias y regiones, que eso no es nada para 20 batallones.

Además, todos los soldados y clases cuando acaban su servicio militar, vuelven a la vida civil como entraron, sin haber aprendido un oficio y mucho menos pueden buscar un buen empleo.

Un soldado gana S/ 200 de propina al mes, que es menos de lo que gana un obrero en el Gasoducto por día; estos soldados y clases serían asignados como ayudantes a los técnicos soldadores para que aprendan un oficio y desde luego se les asignaría una bonificación, por aprender oficios como el de soldador, analista, verificador, etc., etc., etc., tras lo cual serán útiles cuando se decida construir los ramales en Huancavelica, Apurímac y en las provincias de las regiones de Cusco, Puno, Arequipa, etc., el Ejercito podría hacerse cargo de estas obras.

Todos los contratistas tienen sus contratos, técnica y legalmente, bien especificados hechos por la compañía Odebrecht y son responsables del tramo que les toca y al precio normal. Si el Ejército Peruano recontrata a todos estos contratistas y soldadores, vuelven 10,000 obreros a trabajar, 1000 empresas no quebrarían y otros miles de trabajos indirectos volverían al mercado y el Gasoducto puede estar terminado de 1 a 2 años, ya las pautas están dadas, los planos, expediente técnico y el trazado.

Aproximadamente el 70% de las tuberías están en el suelo, los contratistas y los soldadores, hay que recontratarlos, están disponibles, los planos y todos los detalles de ingeniería están hechos, el expediente técnico. Si en lugar de tomar esta vía se llama a una nueva licitación que se tomará por lo menos dos años para hacer las bases y reinventar la rueda. El Perú está en una crisis económica terrible y estamos haciendo todo lo contrario de lo que debemos hacer para salvarlo.

El Gasoducto del Sur representa la recuperación y el florecimiento de la zona Sur del Perú que es la más empobrecida y con la extrema pobreza más alta.

El hecho que el Gasoducto llegue a Tacna, Moquegua, Arequipa, Cusco y Puno va a dar un gran impulso a la industria y al comercio. Todos los productos que se denominan energía empaquetada van a ser de un gran éxito y auge en el Sur. Como si esto fuera poco, el gas tiene que ser comprimido y empujado para que pase por las tuberías, diferente al petróleo que se bombea al punto más alto y cae por gravedad y por el principio del sistema de vasos comunicantes se va transportando a los niveles requeridos.

El gas tiene que ser comprimido y tiene que ser empujado con agua tanto de subida como de bajada, ¿qué significa esto?, que cuando llegue el gas a Ilo, traerá 85 mil barriles de agua limpia, pura y cristalina todos los días, para convertir los desiertos en zonas fértiles, como lo han hecho Israel y Dubai, con el sistema de riego por goteo.

Vea señor Presidente, los beneficios parciales que traería está alternativa a este problema.

Alternativa 2
Esta alternativa es la que está en marcha; es convocar a una nueva licitación, lo cual requiere hacer nuevamente las bases, planos, etc., en otras palabras reinventar la rueda.

Algunos funcionarios, como lo hiciera Odebrecht y otras compañías peruanas, van a entrar en contacto para hacer las bases a la medida, para aquél que se quiera beneficiar como ganador. Así como publicar las bases, convocar a licitación pública, hacer los estudios y soportar las presiones de los que quieren que les den el consenso de la misma forma como lo ganó Odebrecht. El perdedor impugnaría el resultado, eso sería otro año más de espera.

Por el monto de esta inversión en el Perú, habría muy pocos postores por su capacidad de construcción, por la magnitud de la obra y los pocos que hay, la mitad están comprometidos en el fraude anterior, lo cual obligaría a hacer una licitación internacional para que empresas de la envergadura y tamaño como Odebrecht puedan concursar, pero como la noticia que tenemos varios presidentes presos y varios más en este proceso, pocas empresas querrán venir a concursar a este proyecto y el Perú como país y los peruanos como los ciudadanos pobres de la zona Sur del Perú serán los verdaderos perjudicados con la espera de otros 5 ó 10 años para acabar este proyecto.

El Estado Peruano ejecutó la garantía de $ 350 millones de dólares que aseguraba la ejecución del proyecto, esto se produce porque no pudo conseguir el financiamiento por $ 4125 millones para garantizar la ejecución de obras del proyecto Gasoducto del Sur, el gobierno puso fin a la concesión. Asimismo en el supuesto negado que se pudiera conseguir una empresa constructora peruana o de los países vecinos, difícilmente podría presentar el bono de fiel cumplimiento, equivalente al 10%, hablamos de una garantía de US$ 350 millones de dólares, no creo que ningún banco se las otorgue si a Odebrecht le ejecutaron una fianza de US$ 350 millones de dólares por no poder conseguir el financiamiento, si siguen por este camino la historia contará después que no hubo voluntad de hacerlo.

Es por eso señor Presidente, que la única solución viable y aceptable, es la señalada como Alternativa 1, en la que el Ejército sea el administrador de esta obra, la cual va a dar muchas oportunidades a la gente del Sur, desde luego tendrían que contratar expertos para dirigir este proyecto.

Yo creo, que el proyecto técnico de Odebrecht incluyendo los planos, trazos, ingeniería de detalle, expediente técnico, están bien hechos, y más aún que el avance general del proyecto alcanza el 37.6%, mientras que la construcción, montaje del sistema de ductos tiene un avance de 10.7%. Además, han tramitado más del 66% de las servidumbres y ya están en Perú el 62.76% de los tubos para la construcción del ducto. Este tendrá más de 1000 kilómetros de extensión. Se tiene 20 campamentos de obra entre Cusco y Arequipa, 19 puntos de acopio de maquinaria y tuberías.

Odebrecht fue una compañía técnicamente muy importante que ha hecho obras en muchos países del mundo, incluyendo a los EEUU; nunca ninguna de sus obras fue rechazada o cuestionada técnicamente, al convocar una licitación todo este trabajo incluyendo trazos, planos y avances ya realizados se perderían, como también se perderían a todos los contratistas que hay con experiencia en esta obra porque estarían quebrados, lo mismo sucedería con los campamentos que existen a la fecha. El nuevo ganador no creo que superaría técnicamente a Odebrecht.

Como le mencioné anteriormente señor Presidente, vamos a reinventar la rueda pero cuadrada.

Hago propicia la oportunidad para manifestarle mi consideración y respeto.

Atentamente,

Julio A. Salazar
Presidente
Club de la Banca y Comercio

Federación Mundial de Instituciones Peruanas

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