El ministerio de Defensa de Rusia confirmó haber bombardeado una reunión del estado mayor de al-Qaeda en Siria, con un saldo de 60 yihadistas muertos, entre ellos 12 de sus principales jefes. Su comandante en jefe, Abu Mohammed al-Joulani (ver foto), quedó gravemente herido como resultado de ese bombardeo.

Al-Joulani es un miembro de al-Qaeda que fue prisionero de Estados Unidos en Camp Bucca, Irak. Después de su periodo de detención, al-Joulani se unió al Emirato Islámico en Irak, organizado por el estadounidense John Negroponte. Más tarde siguió a esa organización en su desplazamiento a Siria, país de origen del propio al-Joulani. Pero decidió no seguir al califa autoproclamado del Emirato Islámico (Daesh) cuando este rompió con al-Qaeda. Estados Unidos había anunciado una recompensa de 10 millones de dólares por la captura de al-Joulani.

Hoy existen en Siria 3 grandes coaliciones de yihadistas:
 los pro-turcos (el Ejército Sirio Libre),
 les pro-qataríes (Hayat Tahrir al-Cham, franquicia de al-Qaeda),
 les pro-Estado Profundo estadounidense (Daesh).

Hayat Tahrir al-Cham desmintió que Abu Mohammed al-Joulani haya sido herido y que haya sido mutilado, exactamente de la misma manera que Daesh desmintió la muerte de su califa, Abu Bakr al-Baghdadi. Este último pereció el 28 de mayo de 2017, también en un bombardeo ruso, pero su voz acaba de resucitar en los medios de difusión pro-estadounidenses.