Sr. Presidente de la Cámara, Sr. Vicepresidente, miembros del Congreso, Primera Dama de Estados Unidos, mis conciudadanos estadounidenses:

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Estados Unidos por fin ha dado vuelta a la página a décadas de acuerdos comerciales injustos que sacrificaron nuestra prosperidad y enviaron fuera a nuestras empresas, nuestros empleos y la riqueza de nuestra nación. Nuestro país ha perdido riqueza y la estamos recuperando.

La era de la rendición económica ha terminado.

A partir de ahora, esperamos que las relaciones comerciales sean justas y recíprocas.

Trabajaremos para arreglar acuerdos comerciales deficientes y negociar otros nuevos. Y serán buenos, pero serán justos.

Y protegeremos a los trabajadores estadounidenses y la propiedad intelectual estadounidense por medio de una fuerte aplicación de nuestras reglas comerciales.

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En los últimos meses, mi administración se ha reunido extensamente con demócratas y republicanos para elaborar un enfoque bipartidista a la reforma migratoria. (...)

He aquí los cuatro pilares de nuestro plan:

El primer pilar de nuestro marco ofrece generosamente un camino a la ciudadanía para 1,8 millones de inmigrantes ilegales que fueron traídos aquí por sus padres a una edad temprana, esto abarca casi tres veces más personas de las abarcadas por la administración anterior. Según nuestro plan, aquellos que cumplan con los requisitos de educación y empleo, y muestren buen carácter moral, podrán convertirse en ciudadanos plenos de Estados Unidos en un período de 12 años.

El segundo pilar asegura plenamente la frontera. Eso significa construir un gran muro en la frontera sur, y eso significa contratar a más héroes… para mantener nuestras comunidades seguras. Crucialmente, nuestro plan cierra las terribles lagunas legales que los criminales y terroristas explotan para entrar a nuestro país, y finalmente termina con la horrible y peligrosa práctica de “atrapar y liberar”.

El tercer pilar termina la lotería de visados, un programa que reparte al azar tarjetas de residencia sin ninguna consideración por la habilidad, el mérito o la seguridad de los estadounidenses. Es hora de empezar a avanzar hacia un sistema de inmigración basado en el mérito, uno que admita a las personas que están capacitadas, que quieren trabajar, que contribuirán a nuestra sociedad, y que amarán y respetarán nuestro país.

El cuarto y último pilar protege a la familia como núcleo poniendo fin a la migración en cadena. Bajo el actual y descompuesto sistema, un solo inmigrante puede traer un número virtualmente ilimitado de parientes lejanos. Según nuestro plan, nos enfocamos en la familia inmediata limitando el apadrinamiento a cónyuges e hijos menores de edad. Esta reforma vital es necesaria, no sólo para nuestra economía, sino también para nuestra seguridad y para el futuro de Estados Unidos.

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A medida que reconstruimos la fortaleza y la confianza de Estados Unidos en el país, también estamos restaurando nuestra fortaleza y nuestra posición en el extranjero.

En todo el mundo, nos enfrentamos a regímenes renegados, grupos terroristas y rivales como China y Rusia que desafían nuestros intereses, nuestra economía y nuestros valores. Al enfrentarnos a estos horribles peligros, sabemos que la debilidad es el camino más seguro hacia el conflicto, y el poder sin igual es el medio más seguro para nuestra verdadera y gran defensa.

Por esta razón, le pido al Congreso que ponga fin al peligroso secuestro de la defensa y que financie plenamente nuestro gran ejército.

Como parte de nuestra defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, con la esperanza de no tener que utilizarlo nunca, pero haciéndolo tan fuerte y poderoso que impida cualquier acto de agresión por parte de cualquier otra nación o de cualquier otro. Tal vez algún día en el futuro haya un momento mágico en el que los países del mundo se reúnan para eliminar sus armas nucleares. Desgraciadamente, aún no hemos llegado a ese momento, tristemente.

El año pasado, también prometí que trabajaríamos con nuestros aliados para extinguir ISIS [1] de la faz de la Tierra. Un año después, estoy orgulloso de informar que la coalición para derrotar a ISIS ha liberado casi el 100% del territorio que una vez ocuparon estos asesinos en Iraq y Siria, así como también en otros lugares. Pero queda mucho trabajo por hacer. Continuaremos nuestra lucha hasta que ISIS sea derrotado.

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Los terroristas que hacen cosas como poner bombas en hospitales civiles son malvados. Cuando sea posible, no tenemos otra opción que aniquilarlos. Cuando sea necesario, debemos poder detenerlos e interrogarlos. Pero debemos ser claros: los terroristas no son simples criminales. Son combatientes enemigos ilegales. Y cuando son capturados en el extranjero, deben ser tratados como los terroristas que son.

En el pasado, hemos liberado tontamente a cientos y cientos de terroristas peligrosos, sólo para encontrarlos de nuevo en el campo de batalla, incluido el líder del ISIS, al Baghdadi. A quien habíamos capturado. A quien teníamos. A quien liberamos.

Así que hoy, estoy manteniendo otra promesa. Acabo de firmar una orden para dirigirla al secretario [de Defensa] Mattis, que está haciendo un gran trabajo... gracias, para reexaminar nuestra política de detención militar y mantener abiertos los centros de detención en Guantánamo.

Le pido al Congreso que se asegure de que, en la lucha contra ISIS y al-Qaeda, continuemos teniendo todo el poder necesario para detener a los terroristas, dondequiera que los persigamos y dondequiera que los encontremos. Y en muchos casos para ellos será Guantánamo.

Nuestros guerreros en Afganistán también tienen nuevas reglas de combate. Junto con sus heroicos socios afganos, nuestro ejército ya no se ve socavado por cronogramas artificiales, y ya no les contamos a nuestros enemigos nuestros planes.

El mes pasado, también tomé una acción aprobada unánimemente por el Senado de Estados Unidos unos meses antes: reconocí a Jerusalén como la capital de Israel.

Poco después, docenas de países votaron en la Asamblea General de las Naciones Unidas en contra del derecho soberano de Estados Unidos a tomar esta decisión. En 2016, los contribuyentes estadounidenses enviaron generosamente a esos mismos países más de 20 000 millones de dólares en ayuda.

Por eso, esta noche le pido al Congreso que apruebe una legislación para ayudar a asegurar que los dólares estadounidenses de asistencia extranjera siempre sirvan a los intereses estadounidenses, y solo irán a los amigos de Estados Unidos, no a los enemigos de Estados Unidos.

A medida que fortalecemos las amistades alrededor del mundo, también estamos restaurando la claridad sobre nuestros adversarios.

Cuando el pueblo de Irán se levantó contra los crímenes de su dictadura corrupta, yo no guardé silencio. Estados Unidos está junto al pueblo de Irán en su valiente lucha por la libertad.

Pido al Congreso que aborde las deficiencias fundamentales del terrible acuerdo nuclear de Irán.

Mi administración también ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas en Cuba y Venezuela.

Pero ningún régimen ha oprimido a sus propios ciudadanos más total o brutalmente que la cruel dictadura de Corea del Norte.

La temeraria búsqueda de Corea del Norte de misiles nucleares podría muy pronto amenazar nuestra patria.

Estamos llevando a cabo una campaña de máxima presión para evitar que eso suceda.

La experiencia del pasado nos ha enseñado que la complacencia y las concesiones sólo invitan a la agresión y la provocación. No repetiré los errores de las administraciones pasadas que nos han colocado en esta situación tan peligrosa.

Basta con observar el carácter depravado del régimen de Corea del Norte para comprender la naturaleza de la amenaza nuclear que podría suponer para Estados Unidos y nuestros aliados.

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Otto Warmbier era un estudiante aplicado en la Universidad de Virginia, y qué buen estudiante era. De camino a estudiar en el extranjero en Asia, Otto se unió a una gira a Corea del Norte. A su conclusión, este maravilloso joven fue arrestado y acusado de delitos contra el Estado. Después de un juicio vergonzoso, la dictadura sentenció a Otto a 15 años de trabajos forzados, antes de retornarlo a Estados Unidos el pasado mes de junio, horriblemente lesionado y al borde de la muerte. Falleció pocos días después de su regreso.

Los maravillosos padres de Otto, Fred y Cindy Warmbier, están con nosotros esta noche, junto con los hermanos de Otto, Austin y Greta. Por favor. Ustedes son testigos poderosos de una amenaza que se cierne sobre nuestro mundo, y su fuerza nos inspira a todos. Muchas gracias. Gracias. Esta noche, prometemos honrar la memoria de Otto con carácter estadounidense.

Por último, nos acompaña otro testigo más de la naturaleza siniestra de este régimen. Es el Sr. Ji Seong-ho.

En 1996, Seong-ho era un niño hambriento en Corea del Norte. Un día, intentó robar carbón de un vagón de ferrocarril para cambiarlo por unos pocos restos de comida, que eran muy difíciles de conseguir. En el proceso, se desmayó en las vías del tren, agotado por el hambre. Se despertó mientras un tren corría sobre sus miembros. Entonces soportó múltiples amputaciones sin nada para calmar el dolor o el daño. Su hermano y su hermana le daban la poca comida que tenían para ayudarle a recuperarse y ellos comían tierra, lo que impidió permanentemente su propio crecimiento. Posteriormente, fue torturado por las autoridades norcoreanas tras regresar de una breve visita a China. Sus torturadores querían saber si había conocido a algún cristiano. Si lo había hecho… y después de ello resolvió ser libre.

Seong-ho viajó miles de kilómetros en muletas por toda China y el sudeste asiático hasta la libertad. La mayoría de su familia le siguió. Su padre fue atrapado tratando de escapar, y fue torturado hasta la muerte.

Hoy vive en Seúl, donde rescata a otros desertores, y difunde en Corea del Norte lo que más teme el régimen: la verdad.

Hoy tiene una nueva pierna, pero Seong-ho, según creo todavía guarda esas viejas muletas como un recordatorio de lo lejos que ha llegado. Su gran sacrificio es una inspiración para todos nosotros. Por favor. Gracias.

La historia de Seong-ho es un testamento del anhelo de cada alma humana de vivir en libertad.

Fue ese mismo anhelo de libertad que hace casi 250 años dio origen a un lugar especial que se llamó Estados Unidos. Era un pequeño grupo de colonias atrapadas entre un gran océano y un gran espacio silvestre. Era el hogar de un pueblo increíble con una idea revolucionaria: Que podrían gobernarse a sí mismos. Que podrían trazar su propio destino. Y que, juntos, podrían iluminar al mundo entero.

De eso es de lo que siempre ha tratado nuestro país. Eso es lo que los estadounidenses siempre han defendido, por lo que siempre han luchado y lo que siempre han hecho.

[1Las siglas en inglés ISIS, correspondientes a Islamic State of Iraq and Syria, son el acrónimo que Estados Unidos impuso, por razones de propaganda, entre los países miembros de la OTAN para designar el grupo yihadista Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL), también conocido sucesivamente como Estado Islámico en Irak (igualmente EIIL) o simplemente como Estado Islámico (EI). Es interesante constatar que en un país como España la prensa utiliza casi únicamente esa sigla en inglés mientras que en el mundo árabe ese grupo terrorista es designado fundamentalmente bajo el acrónimo Daesh, cuya connotación es eminentemente peyorativa. Nota de la Red Voltaire.