Carta de las facciones revolucionarias y los grupos de la sociedad civil que se encuentran en la parte oriental de Al-Guta

En virtud de los resultados de la reunión con los representantes de Yesh al-Islam, Faylaq al-Rahman, Ahrar al-Sham y los grupos de activistas de la sociedad civil de la parte oriental de Al-Guta, quisiéramos comunicarles lo siguiente:

Las brigadas del Ejército Libre Sirio velan por la integridad de la población civil residente en la parte oriental de Al-Guta (Damasco) y han señalado con insistencia que se debe respetar el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos y observar estrictamente las reglas de enfrentamiento que se establecen en los Convenios de Ginebra y sus protocolos facultativos. El régimen, junto con sus aliados rusos e iraníes, viola constantemente esos principios e incumple de forma deliberada las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la situación en Siria, en particular con sus operaciones ofensivas indiscriminadas y deliberadas contra objetivos civiles. Estamos decididos a aplicar las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, en particular la resolución 2401 (2018), en la que se exige que se ponga fin a las hostilidades sin demora y que todas las partes permitan el acceso a los convoyes de ayuda humanitaria urgente de las entidades de las Naciones Unidas a la población civil de nuestra zona, que lleva seis años asediada en Al-Guta. Por consiguiente, anunciamos la voluntad de nuestros grupos de dar aplicación completa y cabal a las resoluciones del Consejo de Seguridad 2254 (2015), 2268 (2016) y 2401 (2018), y a tal efecto afirmamos lo siguiente:

• Nos comprometemos firmemente a expulsar de la parte oriental de Al-Guta, en Damasco, a los combatientes armados de la organización Tahrir Al-Sham, Frente Al-Nusra y Al-Qaida, así como a todo aquel que pertenezca a esos grupos, en los 15 días siguientes a la entrada en vigor efectiva del alto el fuego, con arreglo al mecanismo que se acuerde durante el mismo período y en colaboración con la Oficina del Enviado Especial del Secretario General para Siria.

• Nos comprometemos a crear un entorno seguro y apropiado que facilite la labor de las entidades pertinentes de las Naciones Unidas y el tránsito de los convoyes de ayuda humanitaria y asistencia médica urgente para enfermos y heridos, proteger esos convoyes y garantizar la seguridad de su personal en todo el territorio de la parte oriental de Al-Guta.

Reiteramos nuestro compromiso de facilitar la labor de las organizaciones pertinentes de las Naciones Unidas para supervisar la aplicación de la resolución 2401 (2018) del Consejo de Seguridad. A este respecto, debemos señalar a su atención las violaciones de la resolución relativa al alto el fuego que ha cometido el régimen, junto con sus aliados rusos e iraníes y sus milicias afiliadas, pese a que nosotros lo hemos respetado. Por este motivo, solicitamos a las Naciones Unidas y a sus entidades que obliguen al régimen y sus aliados a cumplir los requisitos siguientes:

a) Detener por completo los actos de agresión y las operaciones militares con cualquier tipo de armamento y cancelar las actividades de las fuerzas aéreas, ya sean del régimen o de la Federación de Rusia, de conformidad con lo dispuesto en las resoluciones del Consejo de Seguridad 2254 (2015), 2268 (2016) y 2401 (2018);

b) Permitir el tránsito seguro de los convoyes de asistencia humanitaria, detener los ataques contra ambulancias y proteger al personal médico que porte el distintivo adecuado;

c) Permitir la evacuación de heridos y enfermos graves; garantizar que, bajo la protección y al cuidado de la Media Luna Roja, se los remita a hospitales situados en Estados vecinos o en zonas que no estén bajo control del régimen. En el caso de que reciban tratamiento en alguno de los hospitales de Damasco, dar garantías de que los heridos y enfermos no serán objeto de represalias ni se les retendrá o detendrá, y abstenerse de detener a quienes los acompañen;

d) Poner fin a los ataques contra instituciones civiles, médicas y educativas, lugares de culto, almacenes de alimentos, plantas de distribución de electricidad, centrales eléctricas, depuradoras de agua y demás infraestructura vital;

e) Organizar un suministro seguro, constante, organizado, periódico y suficiente de asistencia médica y alimentaria, en consonancia con el número de habitantes de la parte oriental de Al-Guta (400.000 personas), mediante corredores supervisados por la Media Luna Roja y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH). Las brigadas del Ejército Libre Sirio ya han designado varios corredores seguros a tal efecto: 1) el campamento de Al-Wafidin; 2) Harasta; 3) Al-Maliha Yisrain;

f) Permitir que las organizaciones y entidades de las Naciones Unidas accedan a la parte oriental de Al-Guta y realicen sus actividades en la zona, bajo la supervisión de la OCAH.

Anunciamos asimismo que estamos dispuestos a entablar un debate sobre los mecanismos necesarios para lograr la aplicación efectiva e inmediata de la resolución 2401 (2018) del Consejo de Seguridad y cumplir las exigencias que impone el derecho internacional, para lo cual cooperaremos con la Oficina del Enviado Especial de las Naciones Unidas o con cualquier otra instancia que designen a tal efecto el Secretario General o el Consejo de Seguridad.

(Firmado)
Yesh al-Islam
Faylaq al-Rahman
Ahrar al-Sham
Organizaciones de la sociedad civil de la parte oriental de Al-Guta

Referencia: ONU S/2018/169

Nota de la Red Voltaire sobre estos tres grupos que, a pesar del contenido de este documento, se proclaman explícitamente partidarios del islam político.
 Yesh al-Islam (Ejército del Islam) es un grupo encabezado por la familia Alloush. Está vinculado a al-Qaeda, financiado por Arabia Saudita y recibe órdenes y asesoramiento del Reino Unido.
 Faylaq al-Rahman (La Legión del Misericordioso) está directamente vinculada a la Hermandad Musulmana, que a su vez responde al MI6 británico.
 Ahrar al-Sham (Movimiento de los Hombres Libres del Levante) fue creado por miembros egipcios de la Hermandad Musulmana y participó, contra los soviéticos, en la guerra de Afganistán junto a Osama ben Laden. Está financiado por Qatar.