Mis conciudadanos estadounidenses, hace unos momentos, ordené a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos que lanzaran ataques de precisión contra objetivos relacionados con las capacidades de armas químicas del dictador sirio Bashar al-Assad. Se está llevando a cabo una operación combinada con las fuerzas armadas de Francia y el Reino Unido. Agradecemos a ambas.

Esta noche, quiero hablar con ustedes sobre por qué hemos tomado esta medida.

Hace un año, Assad lanzó un salvaje ataque usando armas químicas contra su propio pueblo inocente. Estados Unidos respondió con un ataque de 58 misiles que destruyeron el 20% de la fuerza aérea siria.

El sábado pasado, el régimen de Assad empleó nuevamente armas químicas para masacrar a civiles inocentes, esta vez en la ciudad de Duma, cerca de la capital siria, Damasco. Esta masacre fue una escalada significativa en el patrón de uso de armas químicas de ese régimen tan terrible.

El malvado y despreciable ataque dejó a madres y padres, bebés y niños, retorciéndose de dolor y jadeando por aire. Estas no son acciones de un hombre; son crímenes de un monstruo.

Después de los horrores de la Primera Guerra Mundial, hace un siglo, las naciones civilizadas se unieron para prohibir la guerra química. Las armas químicas son especialmente peligrosas, no solo porque infligen un sufrimiento espantoso, sino porque incluso pequeñas cantidades pueden desatar una devastación generalizada.

El objetivo de nuestras acciones esta noche es establecer un firme elemento de disuasión contra la producción, propagación y uso de armas químicas. Establecer este elemento de disuasión es de interés vital para la seguridad nacional de Estados Unidos. La respuesta combinada estadounidense, británica y francesa a estas atrocidades integrará todos los instrumentos de nuestro poder nacional: militar, económico y diplomático. Estamos preparados para mantener esta respuesta hasta que el régimen sirio detenga el uso de los agentes químicos prohibidos.

También tengo un mensaje esta noche para los dos gobiernos más responsables en apoyar, equipar y financiar al criminal régimen de Assad.

A Irán y a Rusia les pregunto: ¿Qué clase de nación quiere asociarse con el asesinato masivo de hombres, mujeres y niños inocentes?

Las naciones del mundo pueden ser juzgadas por los amigos que tienen. Ninguna nación puede tener éxito en el largo plazo si fomenta estados fallidos, tiranos brutales y dictadores asesinos.

En 2013, el Presidente Putin y su gobierno prometieron al mundo que garantizarían la eliminación de las armas químicas de Siria. El reciente ataque de Assad, y la respuesta de hoy, son el resultado directo del fracaso de Rusia de cumplir esa promesa.

Rusia debe decidir si continuará por este camino sombrío, o si se unirá a las naciones civilizadas como una fuerza para la estabilidad y la paz. Esperamos que algún día nos llevaremos bien con Rusia, y tal vez incluso con Irán, pero tal vez no.

Diré esto: Estados Unidos tiene mucho que ofrecer, siendo la economía más grande y poderosa de la historia del mundo.

En Siria, Estados Unidos, con una pequeña fuerza utilizada para eliminar lo que queda del ISIS, está haciendo lo que es necesario para proteger al pueblo estadounidense. Durante el pasado año, casi el 100% del territorio que alguna vez estuvo bajo el control del llamado califato del ISIS en Siria e Irak ha sido liberado y eliminado.

Estados Unidos también ha reconstruido nuestras amistades en todo el Medio Oriente. Les hemos pedido a nuestros colaboradores que asuman una mayor responsabilidad para proteger su región, incluida la contribución con grandes cantidades de dinero para los recursos, equipos y todos los esfuerzos contra el ISIS. El aumento del compromiso de nuestros amigos, incluidos Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Egipto y otros, puede garantizar que Irán no se beneficie de la erradicación del ISIS.

Estados Unidos no tener busca una presencia indefinida en Siria bajo ninguna circunstancia. A medida que otras naciones incrementen sus contribuciones, esperamos que llegue el día en que podamos traer a nuestros guerreros a casa. Y realmente son grandes guerreros.

Al mirar alrededor de nuestro mundo tan problemático, los estadounidenses no se hacen ilusiones. No podemos purgar el mundo del mal ni actuar en todas partes donde haya tiranía.

Ninguna cantidad de sangre o tesoro estadounidense puede producir paz y seguridad duraderas en el Medio Oriente. Es un lugar problemático. Intentaremos hacerlo mejor, pero es un lugar problemático. Estados Unidos será un socio y un amigo, pero el destino de la región está en manos de su propia gente.

En el siglo pasado, miramos directamente a los lugares más oscuros del alma humana. Vimos la angustia que puede desencadenarse y el mal que puede afianzarse. Al final de la Primera Guerra Mundial, más de un millón de personas habían sido asesinadas o afectadas por armas químicas. No queremos volver a ver ese espantoso espectro.

Por lo que hoy, las naciones de Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos de América han unido la virtud de su poder contra la barbarie y la brutalidad.

Esta noche, les pido a todos los estadounidenses que oren por nuestros nobles guerreros y nuestros aliados mientras llevan a cabo sus misiones.

Oramos para que Dios traiga consuelo a los que sufren en Siria. Oramos para que Dios guíe a toda la región hacia un futuro de dignidad y paz.

Y oramos para que Dios continúe vigilando y bendiciendo a los Estados Unidos de América.

Gracias y buenas noches. Gracias.