El primer ministro saliente iraquí, Haider al-Abadi, denunció la existencia de graves irregularidades durante las recientes elecciones legislativas.

El aún jefe del gobierno iraquí, perdedor de las mencionadas elecciones, acusó a varios miembros de la Alta Comisión Electoral Independiente de haber manipulado los votos electrónicos provenientes del extranjero y anunció que prohibirá, a título preventivo, que los miembros del órgano electoral puedan salir del país, en espera de una decisión de la justicia.

Por su parte, la mencionada comisión electoral ya anuló los resultados registrados en más de 1 000 centros de votación.

Haider al-Abadi llegó al poder en 2014, aupado por la campaña internacional desatada para provocar la renuncia del primer ministro electo, Nuri al-Maliki.

Dicho de otra manera, los electores nunca llevaron a al-Abadi al cargo de primer ministro, pero ahora acaban de votar contra él y a favor de la coalición nacionalista del líder chiita Moqtada al-Sadr con el Partido Comunista.